sábado, 28 de mayo de 2016

Niños rotos (romper el silencio).

Llevo cinco años gestionando un espacio cultural en mi municipio, El Café literario, un formato de magazine en el que aunamos la literatura, el arte y los temas sociales, bajo los auspicios de la obra social de Covibar.
La cita es los últimos viernes de cada mes, si las fiestas no lo impiden.

En este lustro han pasado muchos invitados y se han tratado muchos temas. Ninguno como este último, vivido, y digo bien, el viernes 26 de mayo.

¿Quién, cómo, por qué se abusa de un niño? Estas preguntas surgieron en la mente de los presentes que, entre fascinados y horrorizados, escuchamos la exposición de Margarita García Marqués, fundadora de ASPASI (Asociación para la Sanación y Prevención del Abuso Sexual Infantil), psicóloga terapéuta, que nos contó desde lo más hondo del sentimiento la situación de los abusos infantiles.

En una sociedad en que se nos va muchas veces la polvora en salvas, en banalidades, oír las experiencias de boca de Margarita, que dedica su vida a prevenir para que los niños crezcan como deben, en la felicidad de su aprendizaje, huyendo del maltrato y el abuso, hace a una darse cuenta de lo inmensas que son algunas personas.

Niños sometidos a actos sexuales con tres, cuatro años, en ocasiones, muchas, por sus familiares cercano, su padre, un tío o un primo. Una de cada cinco, uno de cada siete sufren estos dramas. Y todo con la connivencia del silencio.

Lo lógico es que hubiera encontrado el apoyo en la administración, en el gremio sanitario o educativo. Pero no siempre sucede así. Además lucha en el día a día con las dificultades económicas, con la falta de recursos para llevar a cabo su gran tarea.

No quiero, mis queridos lectores, trasladar en este post los ejemplos que oímos, a pesar de que han quedado en mi mente impresos a fuego. Simplemente pongo el foco en un drama existente cuya mejor manera de acabar con él es denunciarlo para romper ese silencio que lo alimenta y colaborar con quienes luchan para erradicarlo.

Sed felices.

 ENLACE PARA ENTRAR EN ASPASI

https://aspasi.org/

sábado, 21 de mayo de 2016

Pensando, pensando VII

Una nueva entrega de un resumen de mis reflexiones con las que doy los buenos días.


Si una imagen vale más que mil palabras, una sola palabra provoca mil emociones. Y todas están en los libros.

Las páginas de los libros tienen voz propia compartida con el escritor y el lector.


Antes de quejarte de la lluvia piensa en la sed.

Me desperté con una inmensa e inexplicable resaca de emociones. Y entonces recordé la borrachera de poesía de la noche anterior.

La impaciencia hace que lleguemos a lo deseado habiendo desgastado buena parte del deseo.

No hay medicamento de más amplio espectro para curar los males del alma que un abrazo.
Con los silencios se escuchan mejor las miradas.

Más vale un “lo haré “ que cien “lo intentaré”. Nada desgasta más a propios y ajenos que la intención incumplida.

Conservo en mí una parte de ese pequeño mundo que fue mi infancia y al cual retorno cuando todo se vuelve áspero y ajeno. Entonces me encuentro con la niña que fui y entiendo mejor la mujer que soy.


Las palabras forzadas para construir malos poemas chillan y se retuercen buscando como huir de los pésimos versos que las encadenan.

Sed felices.

sábado, 14 de mayo de 2016

De igualdades y semejanzas.

Tengo que comenzar diciendo que cuando me dispongo a compartir ciertas reflexiones a veces me asalta la duda de no ser suficiente y políticamente correcta.

Por eso quiero que se me entienda en su justa medida cuando digo que estoy convencida de que los seres humanos no somos iguales.Y no me refiero a físicamente, que eso es obvio, sino en nuestra manera de ser y de pensar.

Baste asomarse a las noticias o a las opiniones en las redes para darse cuenta de lo diferentes que somos unos y otros. Vamos, que con algunos me encuentro tan distante como lo es una cebolla de una antena parabólica.

Por eso prefiero decir que somos semejantes, es decir que en algunos casos y cosas podemos llegar a coincidir aunque sea tocándonos con la yema de los dedos. y por esas semejanzas, aunque a algunos les vengan un poco grande, todos nos merecemos un respeto y sobre todo la comprensión nacida de reconocernos en los demás.

Dice un refrán inglés que para comprender a alguien hemos de ponernos sus zapatos y recorrer el mismo camino. Creemos, opinamos y actuamos de acuerdo a nuestra experiencia propia, excepto aquellos que, por su propia inmadurez lo hacen a través de creencias, opiniones y actuaciones ajenas. Pero esto último sería objeto de otro post. Esas experiencias nos hacen ver el mundo y lo que le rodea de una manera diferente, lo que no significa que sea errónea.

No cabe duda que en algunas ocasiones cuesta mucho, mucho, mucho poder reconocer como un semejante a quienes usan la tergiversación, la mentira, el extremismo, y sobre todo la intolerancia como tarjeta de visita.
Hay que hacer un gran esfuerzo para no mandarles a...

En fin, que en estos tiempos no dejo de intentar calzarme zapatos ajenos, aunque algunos me hagan ciertas rozaduras. Todo sea por mis semejantes.

Sed felices.

domingo, 8 de mayo de 2016

Vivir y dejar vivir

Era sensible a todas las injusticias. Era aquello que se ha llamado de toda la vida "abogada de pleitos pobres".

De niña defendía a sus hermanos ante las, seguramente, regañinas merecidas de sus padres a sus hermanos pequeños, porque su inocente corazón se ablandaba ante el pensamiento de que nadie actuaba con malicia.
La vida y el tiempo le hicieron ver que estaba equivocada y que, para su indignación, existían las malas personas.


Personas que, a sabienda, procuraban mentir, ocultar, tergiversar y medrar a costa de los necesitados, de aquellos capaces de firmar en blanco con tal de encontrar una solución a sus pesares.Personas incapaces de sentir hacia el otro ninguna sensación más allá que la que puede sentir un leopardo cuando ve una gacela: una presa en la cadena trófica de la ambición.

Luchó con uñas y dientes contra lo más fácil: dejar que el rencor anidara en su corazón, que la venganza pudiera usurpar el lugar de su voluntad y  dirigirigiera su vida hacia el lado más oscuro, ya que sabía que eso la encadenaría para siempre.La naturaleza había sido generosa con ella, si su manera de abordar el día a día era pensando que todos sumamos, que todos somos semejantes y no contrincantes le producía bienestar, no tenía porque juzgar a los demás. Huyó la de impostación, de ocultar su verdadero ser por miedo al qué dirán.

Un día más, tras los cristales lacrimosos por la lluvia, llenó sus ojos del verde de los árboles, sus oídos de la risas infantiles, su mente con  palabras conciliadoras. Y renovó su promesa.

Nunca sería una mala persona, nunca renegaría de su suerte, nunca buscaría el mal ajeno, nunca abandonaría el camino que tanto le había costado encontrar. Solo así conseguiría finalmente la libertad.

Vivir y dejar vivir, esa era la clave.

Sed felices.


miércoles, 4 de mayo de 2016

Palabras para la noche

 Palabras que surgen en esos momentos en los que ya el sol se ha despedido y nos quedamos a oscuras con nuestros pensamientos. Y entonces...



Madre Luna que me arrastra como la marea,
me observa desde lejos
y sabe de mi soledad en la noche.

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En esa delgada línea que precede al sueño,
a un minuto de perderme en la noche,
te busco en mi memoria,
te dibujo en las sombras,
te pienso...

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Si pudiera abrazarte esta noche
como abrazo mis sueños blancos de luna.
Si pudiera abrazarte esta noche
se llenaría de luz y plata mi noche oscura.

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Cosidas en el cielo de la noche
brillan tus palabras como estrellas:
"te pienso, te sueño, te quiero"...


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Y ahora que los recuerdos
llueven mansamente,
como lágrimas negras
en la noche.
¿Soñaré contigo?