lunes, 7 de julio de 2014

Banda sonora

La larga avenida estaba flanqueda por altos árboles que se cerraban en una inmensa bóveda de hojas, que apenas dejaban entrever los rayos de sol.

Como todos los días, a excepción de aquellos de fiesta que rompían la monotonía, se dirigía con paso rápido hacia el metro camino del trabajo. La fresca brisa de la mañana acariciaba su piel, evitando que el calor apretara demasiado. A través de los auriculares del móvil la melodía de una de sus canciones  favoritas ponía banda sonora a su paseo.

Hoy te intento contar que todo va bien... (*)

Se había hecho la promesa: no volvería a tener lástima de si misma. La vida era muy corta como para perderla en recuerdos que se habían caído por las escaleras del desengaño.El propio autoconvencimiento la había ayudado a creer y vencer.

Y tras varios tequilas las nubes se van pero el sol no regresa...

Pero el sol sí había regresado, y entre las hojas de los inmesos árboles volvía a iluminar el camino. Porque el desamor es una enfermedad sin vacuna pero con remedio, y ese remedio había nacido de ella misma, de la certeza de que a pesar de todo, a pesar de él, la vida se mostraba como un inmenso abanico pintado de un bello paisaje de brillantes colores.

Y sonrió  al escuchar otra canción que en ese momento sonaba,  y que podía  ser el nuevo tema musical de su vida.

Es mejor querer  y después  perder que nunca haber querido....

 

Sed felices.


(*) La Quinta estación.

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