domingo, 28 de diciembre de 2014

Pensando, pensando... ( I )

Todas la mañanas, durante esto últimos meses, he dado los buenos días con una frase más o menos acertada para afrontar la jornada y que pudiera hacer pensar. Os dejo una primera entrega resumen  de las mismas como broche de este 2014.



Ni todo lo que reluce es oro, ni el que dice serlo es un amigo. Ambos, el oro y la amistad no se oxidan con las inclemencias y se mantienen inalterables a lo largo del tiempo.


Hay quien se pasea con una cerilla y un bidón de gasolina, y cuando todo explota le echa la culpa a la cerilla.

El mayor error es tender puentes desde el pasado hacia el futuro olvidando que sólo existe el presente.

La gran paradoja es que medio mundo busca aumentar la esperanza de vida mientras condena al otro medio a una vida sin esperanza.


No hay guerra más desigual que la que enfrenta la razón y la incapacidad autocomplaciente. Cualquier intento de intercambio de opiniones se convierte en un diálogo de besugos.


Tal vez todo sea un juego en el que solo unos pocos conocen las reglas mientras otros improvisamos.


El triunfo de los mediocres siempre esconde su propia vanidad y el interés de quienes los han encumbrado.


Una gota de agua solo necesita tiempo para horadar la roca.

El gris no es un color: es una actitud.
 

Hay quien sube a tope el volumen de la voz de su ego para no tener que escuchar la de su conciencia.

 Hay quien encuentra un morboso placer en tropezar constantemente en la misma piedra cuando, tal vez, solo hay que rodearla.


Qué pereza me dan ciertas  personas, tan cortas de miras, tan mezquinas que sólo ansían que todos andemos descalzos en vez de buscar cómo conseguir zapatos .

Si en un microrrelato hay toda una historia yo en mis macetas veo un jardín
 
Quiero que me acompañen no que me sigan.

 La responsabilidad no se asume solo pidiendo perdón: hay que restituir de alguna manera el daño ocasionado.


 

jueves, 25 de diciembre de 2014

El regalo

La habitación relucía con es luz que sólo puede existir la mañana de Navidad, aunque el cielo estuviera gris y ligeros copos de nieve danzaran por el aire como leves mariposas de cristal.

La puerta del salón se abrió de par en par, igual que los ojos de la niña al ver los paquetes al pie del Árbol. Eran tantos que no atinaba a elegir cuál abrir el primero. Entonces uno llamó su atención. Estaba envuelto en un humilde papel de estraza, de color marrón, sin cinta de colores.

Los padres se miraron extrañados. Ese regalo no correspondía a ninguno de los que habían colocado la noche anterior, cuando la niña ya dormía.

-Espera-dijo el padre-. No lo abras.

La niña se sobresaltó sin entender por qué no le permitían abrir uno de sus regalos.

-Es que...- dudó la madre al contestar, sin saber como abordar el hecho de que ese regalo no era uno de los que ellos conocían.

-¡Jo !-exclamó la niña, con un mohín de disgusto-. Es que yo quiero abrirlo, por fa, por fa...

El padre lo cogió con la mano, lo sacudió y al no notar nada extraño, claudicó.

-Pero....- la madre no estaba convencida.

-Déjalo, mujer: acabemos con la intriga.

La niña rasgó el papel y ante ella apareció un precioso libro de cuentos, lleno de ilustraciones maravillosas.

-!Un libro!- gritaron al unísono los padres.

Quizá, queridos lectores, os parezca rara la reacción de los progenitores de  la niña, pero si os digo que en esa casa no había ni un solo libro de ficción, quizá lo entendáis. Para esa familia los libros de fantasía, los cuentos no eran más que paparruchas que le apartaban a uno del objetivo primordial en la vida: ganar dinero.

Y ese libro, que un día vió en el escaparate de una librería, ese que había parecido junto a innumerables paquetes llenos de muñecas, vestidos y zapatos, era lo único que la niña había pedido a Papá Noel en una carta escrita en secreto y en secreto echada al correo.

Por eso entre la páginas del libro la niña encontró una nota escrita en tinta roja y dorada:

"Quien desea algo con toda la fuerza de su corazón lo logra. Feliz Navidad. P.N"

Felices Deseos.

domingo, 21 de diciembre de 2014

Lotería

- ¡Ciento cincuenta mil pesetassss!

El sonsonete del sorteo de la lotería solía ser el despertador del primer día de vacaciones de Navidad. La radio o la televisión encendidas se transformaban en los depositarios de las ilusiones de miles de personas que veían en eso dos bombos la solución a sus problemas.

- Fíjate en lo pequeño que es el bombo de los premios.- le comentaba año tras año su abuela. Y ella, que era una niña curiosa, se fijaba también año tras año.

Ya de adulta retomó la tradición a pesar de no gustarle nada los juegos de azar. De hecho no jugaba a los ciegos ni a las quinielas, ni a la lotería primitiva cuando esta se unió a los juegos permitidos por el Estado.
Pero al lotería de Navidad era para ella como el turrón o los villancios: una tradición.

El paso de los años trajo el cambio de sonosonete. Ya no eran las ciento cincuenta mil pesetas, sino los mil euros los que marcaban el ritmo del sorteo,  roto por la subida de tono y alborozo de los espectadores cuando salían los premios grandes, hasta llegar al paroxismo con el gordo.

Un día, mientras contemplaba el sorteo, le comentó a su padre, sentado junt a ella, que no estaría mal pillar un pellizco. A su alrededor jugaban sus hijos, felices de estar en la casa de campo de los abuelos y percibiendo ya el ambiente de las vacaciones. Un confortable fuego calentaba la estancia. Entonces su padre la miró por encima de las gafas, con esa sonrisa de medio lado que le daba una apariencia entre bondadosa y guasona, y contestó:

- Y además..., ¿quieres que te toque la lotería?

Cierto. Ya hacía muchos, muchos años, tantos como los que tenía ,que le había caído el gordo.: naciendo en una familia que la quería, pudiendo estudiar, casándose con el hombre que amaba, teniendo dos hijos maravillosos, un trabajo que le gustaba, unos amigos entrañables...

Hoy sigue jugando al lotería igual que come turrón o canta villancicos, sabiendo que por estadística no es normal que le toque dos veces...

Felices Fiestas!!

domingo, 14 de diciembre de 2014

Odio, miedo y dientes

Reconozco que me ha costado decidirme a escribir este artículo. Llevo días dándole vueltas porque sé que puedo, de alguna manera, "herir la sensibilidad" de amigos a los que aprecio y respeto e, incluso, de carne de mi carne. Pero no soy mujer de callar mi opinión cuando la tengo, sobre todo porque me pueden ciertas afirmaciones, sobre todo viniendo de quien viene.

Los que están cerca de mi o siguen mi trayectoria saben que la política es una de mis pasiones. Sí, sí, así de fuerte, como suena. Creo que es una de las actividades más nobles del ser humano para poder cambiar y hacer mejor la vida de las personas. Otra cosa es que una panda de sinvergüenzas la pervientan y hayan convertido en un negocio para su lucro propio. Y a esos, ni agua.

Pero tampoco tengo ni la más remota consideración en aquellos otros que bajo consignas de victimismo intentan manejar por el camino de las emociones y no de las convicciones, justificando por la vía del martirio unas persecuciones que no dejan de ser parte del juego político.

Querido lectores, seguro que a estas alturas ya sabéis a quien  me estoy refiriendo. Sí, a ese líder carismático que ha surgido de entre las aguas de la crisis como Moisés del Nilo para señalarnos que solo él (casi me dan ganas de ponerlo con mayúsculas) y su partido pueden hacernos cruzar el mar Rojo y llegar a la tierra prometida.

Su primer maná fue señalar a la "casta". Marcar a aquellos que se habían enquistado en el sistema y vivían como parásitos de él. Totalmente de acuerdo, aunque sorprendente siendo alguien que proviene de la universidad, en donde todo sabemos funciona una endogamia paradigmática. Pero  les funcionó a las mil maravillas.

Después llegó el momento de subir a su monte Sinaí, en donde recoger la tabla de los mandamientos, que en este caso era el de un programa, que tenía que ser diferente a aquel que le había servido para sus primeros objetivos. Y el líder se vió, de pronto, que tenía que justificar con datos lo que hasta ahora eran casi actos de fé. Y no le gustó, porque no se sentía cómodo teniendo que bajar a la realidad. Además, alguno de sus acólitos había caído en la tentación del becerro de oro y era señalado con el dedo acusador que parecía ser, hasta ese momento, solo privilegio suyo.

Entonces, con una reacción propia del mejor de los cristianos señala que, ante tanto odio y miedo, hay que responder con una sonrisa. Una expresión digna de otro Pablo, el de Tarso.

Odio y miedo. Eso es lo que sentimos por ellos  los que no estamos de acuerdo. Dos sentimientos absolutamente destructivos. Porque para el líder no existe la discrepancia: o eres de los suyos o eres de la casta.

"Dientes, dientes, que es lo que les jode", dijo una vez una conocida folcklórica, ahora en la cárcel. Será que algunos convierten la sonrisa en la justificación cuando  no tienen ningún otro argumento...

Sed felices.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Escarmentar en cabeza ajena

Nada más inútil que los consejos y a pesar de ello los seguimos vendiendo.

Alguien muy sabio me dijo un día que nadie escarmentamos en cabeza ajena, y no hay nada más cierto.

Pero a más a más , que dirían mis amigos catalanes- sí, sí tengo muy buenos amigos catalanes-, es improbable que lo que nos ha servido para resolver un conflicto sea válido para otra persona. La razón es muy simple: cada uno es cada uno, ya lo dijo el filósofo, y su circunstancia.

Yo hace tiempo que  dejé de dar consejos. Sí doy opiniones sobre temas, sobre todo de aquellos de los que he vivido una experiencia. Contar cómo me sentí, que decisiones tomé y cómo resolví creo que es más últil que andar diciendo "yo, en tú lugar, haría esto".  Sobre todo cuando uno no se aplica el cuento.

Lo bueno de la madurez es que aprendes a relativizarlo todo. Sabes que nada es tan importante, excepto tres o cuatro cosas, como para que cale más allá de la primera capa. También asumes que para llegar a ese equilibrio has tenido que equivocarte muchas veces, caer y volverte a levantar.

Tomar decisiones, ya he tenido la ocasión de señalarlo, no es complicado: lo difícil es asumir las consecuencias.

En estos tiempos que corren es más sencillo preguntar qué hago ante un problema que reflexionar sobre cómo llegué hasta él y qué es lo que pienso qué tengo que hacer yo; luego pasar página y seguir caminando. Para encontrar respuestas primero hay que preguntar.

No consintamos que otros pregunten por nosotros porque entonces ellos contestarán y nos venderán esas soluciones ajenas como propias. Y vuelta a empezar...

"Consejos vendo, para mí no tengo"...

Sed felices.






domingo, 30 de noviembre de 2014

Morir de éxito

He de reconocer que me costó comprender la dimensión de esta expresión,  "morir de éxito", la primera vez que la escuché. Me parecía inconcebible que alguien pudiera perecer por haber conseguido, y de manera sublime, aquello que perseguía.

Al fin y la cabo, el éxito es algo que todos ambicionamos en nuestra vida- aunque haya quien lo niega-, y cuando lo obtenemos nos sentimos plenamente realizados. Entonces, ¿por qué esa situación?

Solo hay que pararse a observar. La existencia transcurre y ejemplos que van sucediendo te ilustran sobre ciertos temas, incluso sobre el que ocupa esta entrada. No me cabe duda de que sí, de que se puede morir de éxito, sobre todo cuando éste no es fruto de un esfuerzo y de una coherencia, sino de la proyección de expectativas de terceros que ven lo que quieren ver, no lo que es en realidad.

Porque el éxito es fugaz, ya lo decía los clásicos: sic transit gloria mundi- una pena que se haya dejado tan de lado el conocimiento de esta cultura, entre col y col-. Y si, además, ese éxito viene envuelto en el oportunismo, el marketing y el aprovechamiento de las circunstancias mucho más.

Seguro que, mis queridos lectores, a todos se nos vienen a la cabeza ejemplos, por lo que no os voy a hacer perder el tiempo, en este último domingo de noviembre, enumerándolos. Haberlos, hailos: presentes y pasados.

Es legítimo desear triunfar, llegar a nuestros objetivos, pero desconfiemos de aquellos que, como un globo relleno de gas, ascienden muy rápidamente.Cuando el gas insuflado se termine no será más que un trozo de goma que caerá inerte al suelo dejando tras de si frustración, propia y ajena.

Sed felices.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Rocío para Drácula

¿Pueden amar los vampiros? ¿Pueden llorar, reír o entristecerse?



Seguramente el poeta Fernando López Guisado nos dirá que sí, que los vampiros pueden hacer todo lo que hemos señalado, porque él conoce bien su corazón  frío y sin latido. Él ha viajado durante mucho tiempo con el más paradigmático, extraña musa inspiradora de su último poemario: Rocío para Drácula, que fue presentado el pasado viernes 21 de noviembre en El Café Comercial de Madird.

Ante una sala repleta de amigos, familia, poetas y escritores varios se abrió la puerta de la cripta que encerraba al vampiro, ávido de recibir el rocío, a un minuto del amanecer maldito. Y los poemas se fueron desgranando y la poesía se encarnó en luces, tinieblas, amores, desamores y la fija mirada del gato.

Un libro que conforma una vampírica trinidad: El beso del demiurgo, Monstruo en prácticas y La captura de lo invisible. En palabras de su presentador, el también poeta Rafael Soler, es un recorrido lógico, coherente que acaba con la intención de atrapar lo que no vemos, que es al fin y al cabo, el objeto de la poesía.
He de confesar que en esta pequeña reseña no puedo ser objetiva. Y no lo puedo ser no porque el autor sea un gran amigo mío, mi hermano pequeño, como me gusta llamarle; tampoco porque ya conocía el poemario en gran parte. Cada uno de sus poemas, que Fernando me hacía llegar por mail,  me sorprendían más y más en su altura y calidad. Mi falta de objetividad estriba en mi admiración por la buena poesía, por la que va más allá de acariciar el sentimiento, convirtiéndose llámadas, golpes, vaivenes para la conciencia. Poemas que son confesiones, heridas, miradas, incluso historias que te atrapan desde el primer verso y te enganchan como lo hace un relato. Emociones diversas encerradas en un poemario de 152 páginas, lo que también nos indica la valentía de su autor, cubierto con el clásico smoking de charol con el que Ediciones Vitruvio viste su colección  Baños del Carmen.

Y, además, para esta humilde escritora este poemario encierra un valor añadido. Contiene un poema, Feedback, dedicado a mi persona, eco de una conversación de madrugada, repleta de calor y sentimiento, y que me llena de emoción y agradecimiento:

FEEDBACK

Por un instante, volví a la magia de antaño
durante el crepúsculo, aferrado al volante:
un calor en la piel y un miedo,
también una libertad y su certeza de pérdida,
de algunos sueños conseguido,
de mucho tiempo mlagastado
aprehendiendo quién no soy;
quién soy, quién
se acomoda tras los mandos bajo mi piel
aún lo desconozco, pero espero hacerlo,
invitarle a café, decir:

¡Si se trataba de tí! Ya no te esperaba.
Mi verdadero yo.
¡Vaya coincidencia,
seguir creyendo en la magia!

Beberemos mirándonos a los ojos
aferrados a las tazas de la noche;
No hablaremos del pasado,
no hablaremos del futuro,
seremos "Ahora" , seremos
el botón de "PAUSE"
en el video del destino.

Os animo a leerlo. Si sois habituales de la poesía, imprescindible; si sólo os acercáis tímidamente a ella, vais a tener la oportunidad de conocer un magnífico libro y una voz poética extraordinaria.



Sed felices.

jueves, 20 de noviembre de 2014

El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos.

Esa frase, como tantas paradigmáticas de la película Casablanca, podría resumir la sensación que la envolvía, que la impregnaba y llenaba de emociones su vida.

Porque amar, apasionarse por algo o por alguien podía llegar a ser el mejor remedio para soportar el tedio cotidiano, lo gris vestido de falsos colores, las palabras vacías o, todavía peor, llenas de vaguedades sin ningún sentido.

Enamorarse de la risa, de la luz, de la caricia, de la palabra. Enamorarse de una mirada que traspasa la carne y la sangre y llega tan dentro que se tatúa para siempre. Enamorarse siempre...

El mundo mostraba su peor cara. Escombros, como después de un seismo, se repartian por doquier, mudos testigos de aquello que durante tanto tiempo había sido su razón de ser. Pero  quería creer que quedaban pequeños resquicios por donde volvería a brotar la hierba, a florecer la ilusión.

Mientras, ella sabía que no había salvación más allá de la percepción propia de estar persistentemente enamorada de algo, de alguien, de la vida, aunque el mundo se derrumbara a su alrededor.

Sed felices.

jueves, 13 de noviembre de 2014

La mala memoria, ajena que no propia.

No, no temáis mis queridos lectores, no voy a hablar de Alzheimer ni tan siquiera de esos pequeños olvidos cotidianos que nos hacen volvernos locos buscando las gafas o la tablet.

Hoy quiero hablar de esa memoria que se nos hurta por parte de algunos que vemos sacando pecho, certificados de pureza de sangre de ser los más honestos, los más de izquierdas, los más demócratas, lo más de lo más, atribuyendo a quienes los conocemos desde hace tiempo: que una cosa es predicar y otra dar trigo.

Estoy más que cansada de ver a quienes critican , justifican y apuestan porque vienen a cambiar las cosas, estár insertos en el sistema desde hace ni se sabe, chupando del bote y, en muchas ocasiones, no haciendo ni el huevo.

Tal vez sea yo la equivocada, pero es que da mucha, pero que mucha pereza cruzar la calle por quienes no ven más allá de sus narices y además piensan que a los demás nos han tratado con un borrador de memoria, como ese que llevaban los hombres de negro, y que no recordamos cuando antes decían digo donde ahora dicen diego.

Todo el mundo clama ahora cuando se ha acabado el pastel, pero mientras era barra libre muchos no han tenido ni el más mínimo pudor en subirse al carro y a vivir que son dos días.

Y como es muy feo señalar, no voy a apuntar a nadie con el dedo, pero sé que algunos, si es que se molestan en leer mis palabras, se darán por aludidos.

¿Qué exigimos a los demás, cuando nosotros somos los primeros que no damos ejemplo?

En fin, que en este sin sentido en el que estamos viviendo, con algaracas a quienes no las merecen y con lecciones de quienes no tienen categoría moral para darlas, a una no la queda más remedio que, por lo menos, no callarse y, por supuesto, no olvidar.


Sed felices.

sábado, 8 de noviembre de 2014

Alquimia inversa



El amor, como la materia, ni se crea, ni se destruye. 

No importaba qué formula, ni qué valencia tenía cada grano, cada molécula, cada átomo del enamoramiento cuya combinación química lo acababa convirtiendo en rencor, dolor u olvido con el paso del tiempo.

Suponía que sucedía por desgaste y falta de repuesto de algunos de sus componentes - interés, palabras, lealtad-, que se disolvían en las lágrimas como la sal en el agua y acababa transformando el amor en otra cosa.

Tal vez porque era mujer de letras no alcanzaba a abarcar la dimensión científica de la transmutación del sentimiento. Comprendía mejor la alquimia inversa, aquella capaz de convertir el oro en plomo.

Sed felices

lunes, 3 de noviembre de 2014

Apretar los dientes


Dicen que es mejor una retirada a tiempo que una derrota. No deja de ser cierto. Abandonando el campo de batalla antes del final evitamos la humillación de entregar la bandera pero...

A estas alturas de la película, cuando una ya lleva mucho  recorrido , hay cuestiones que se han convertido en incuestionables , valga  la redundancia, y una de ellas es llevar  hasta las últimas consecuencias las decisiones tomadas. Eso no significa lanzarse en tromba cual kamikaze hacia un fracaso anunciado, sino saber que, en ocasiones, el camino más corto no es la línea recta.

Hay muy pocas cosas, muy pocas personas ya que me hagan cruzar la calle, pero las que son, son. Creo que como se destila un perfume poco a poco en mi vida va quedando lo auténtico, lo que de verdad merece la pena. Otras, como los libros que ya no leemos, han pasado a la segunda o tercera fila de mi vida, por su voluntad o por la mía, aunque el recuerdo de lo vivido siempre queda.

La vida no es más que una permanente construcción de un camino que recorrer en el que nos encontramos bifurcaciones que nos invitan  a desviarnos o cambiar de rumbo, presentando en ocasiones el solaz panorama de quitarnos de problemas. Como una no es de piedra, no puedo por menos que confesar que me siento tentada en ocasiones en tirar la toalla  y olvidarme de tantos quebrantos de cabeza. Y lo haría sino estuviera tan segura de que he de llevar mi compromiso hasta las últimas consecuencias.

Compromiso conmigo misma  al aceptar ser y estar de una determinada manera y vivir fundamentada  en unos valores que para mi son irrenunciables.

Sin lugar a dudas, a veces, la batalla se vuelve muy dura, pero entonces aprieto los dientes y pienso como en la célebre arenga de Brave Heart que  podrán quitarme todo, pero no la libertad de ser yo misma...

Sed felices.

martes, 28 de octubre de 2014

Corruptos

Todo se deshace en la podredumbre. El olor a corrupción impregna todo como un malsano aroma de un pantano en el que se van consumiendo las esperanzas y la confianza de los ciudadanos, cuya indignación hacia aquellos que se han lucrado con lo público - y también de malas prácticas fiscales- se ha convertido en un clamor.

Y yo me uno a ello, como no podía ser de otra manera. Pero, y ahora sé que me arriesgo a que haya a quien no le resulte políticamente correcto, esto no es solo un problema de la clase política, ni de la clase empresarial solo. Durante mucho tiempo, en este país, por parte de ciudadanos de a pie de calle se han llevado- y se llevan- a cabo acciones que están muy lejos de ser éticas y morales. Valga un ejemplo.

En los años ochenta, en el municipio en el que vivo, se levantaron casas de protección oficial cuyo precio era muy asequible para quienes comenzábamos nuestra andadura. Viviendas que al cambio estarían entonces en unos 24.000 euros. Muchos además recibían ayudas de la CAM, unos 3000 euros, además de aplicarse unos intereses muy asequibles en las hipotecas.

Llegaron los noventa y con ellos el bum inmobiliario. Empezaron a levantarse pisos , con piscinas comunitarias y urbanizaciones cerradas, cuyo precio era elevado. Muchos de los propietarios de los pisos de protección oficial los pusieron a la venta para irse a los recién construidos. Pero había un problema: el precio  de venta no podía sobrepasar el tasado por la Comunidad de Madrid, algo lógico, pues el propietario se había beneficiado de las ventajas de este tipo de vivienda. Solución: una parte legal y otra en negro. Hablábamos de 60.000 euros, 90.000 euros que no figuraban en ningún lado, porque, por supuesto, se escrituraba por la cantidad oficial.

En mi municipio han sido cientos lo pisos que se han vendido de esta manera. Y algunos de los que lo han hecho, ahora se indignan.  Ese dinero era también de todos, y no pagó en su momento IVA, y ni siquiera fue descalificado, abonando lo que le correspondía a la Comunidad de Madrid.

En fin, habría otros muchos ejemplos en diversos ámbitos- ofertas públicas de empleo, concesiones de contratos públicos  a empresas recién creadas de amigos o familiares, contrataciones de empleo teniendo en cuenta recomendaciones y no méritos, factura sin IVA, economía sumergida,  etc...-,  pero si entramos a ese toro este post alcanzaría las dimensiones del Quijote. La sociedad misma ha sido concesiva con la corrupción- me da lo mismo que sea por 600 euros que por 60.000- , por eso se entiende el apoyo a quien la práctica.

Yo estoy indignada también, pero ya llevo mucho, mucho tiempo, incluso cuando algunos de los  que ahora gritan callaban y ponían el cazo.

Sed felices.

jueves, 23 de octubre de 2014

De profesión tertuliano.

Tengo que confesarlo. Estoy al borde de la paranoia informativa. ¿ Qué es cierto? ¿Hay algo de lo que nos cuentan que sea objetivo? ¿ Hay alguna cadena que no responda a un interés manipulativo?
Es asombroso como en las famosas tertulias  aparecen una  pleyade de periodistas , políticos y demás fauna que sientan catédra sobre todo lo humano y divino en aras de la información. Nada  menos cierto. Si nos paramos a analizar cada uno arrima el ascua a su sardina y son las  propias cadenas las que incluyen a los participantes dependiendo de interés.
La persistente aparición del político de moda durante más de una año en la cadena insignia de la progresía marcó una estrategia de lo más calculado, como ha sido también el posterior fichaje de su novia, quien ya se postula para presentarse a candidata a la Comunidad de Madrid y que lleva haciendo campaña desde hace meses en casi todas las mesas. Una, que es muy mala,sospecha que algo hay que no es casualidad.
La tertulia  televisiva se ha convertido en una calle de un solo sentido en provecho de alguien, dependiendo de quién y dónde.
De las cadenas públicas ya no hablamos, claro, pero las privadas no se quedan atrás. Todas son tendenciosas, manipuladoras y salvo raras excepciones, en las tertulias se pueden soltar mentiras como puños que se aceptan con la naturalidad que vemos llover.
Eso sí, casi todas coinciden en que  tú más, en insultar, en gritar como si levantar la voz diera más carta de verdad.
En fin, que últimamente veo estos programas dándoles el mismo crédito que le doy a las series de ficción... O quizá menos.
Sed felices.

jueves, 16 de octubre de 2014

Tiempo de cambios

Reconocía los síntomas. Todo se tornaba de un color más apagado como de fotografía antigua. ¿Tristeza, melancolía? No, no era nada de eso. Simplemente se avecinaban cambios, decisiones, y sobre todo, como en la naturaleza que le rodeaba, una nueva estación.
No sabía si era un don o una maldición, pero durante toda su vida había ido cumpliendo etapas, cerrando ciclos e iniciando otros huyendo, siempre, del aburrimiento o de aquello que acababa convirtiendose en monótono, reiterativo y que a la postre no le aportaba nada.Proyectos, lugares, personas que en un momento de su recorrido habían ocupado un lugar importante  se fueron quedando en las diferentes metas, no se sabe muy bien si por falta de motivación o por agotamiento.
Todo lo que le rodeaba ahora le resultaba convulso, plagado de problemas, de ramajes que no permitían ver el bosque. Se sentía como un verso suelto entre ripios.
Y si eso era así, si ella era la que lo percibía solamente, quizá era ella la causante... ¿O no?
No, no perdería el tiempo en buscar ni causas ni responsables. Mucho tiempo ha que había tomado la decisión de que quería ser feliz y si para ello debía quemar naves de nuevo y volverse a reiventar, lo haría sin ninguna vacilación.
Le había costado muchos años entender que todo lo que necesitaba estaba en su mente y que lo demás no dejaba de ser solo circunstancias.
Miró por la ventana. Los árboles, tan familiares, se vestían cada día un poco más de otoño. Era el tiempo, sí, de cambios...


Sed felices.

jueves, 9 de octubre de 2014

Con el culo al aire

No hay nada que deje a un ser humano más indefenso que la vanidad.

Sí, mis queridos lectores, porque este es uno de los "los pecados capitales" que se convierte en el talón de Aquiles del que lo practica. Es muy fácil entrarle a quien se cree un dechado de virtudes, de valores, la quinta esencia, un pata negra. Basta con ensalzarle, con encumbrarle hasta donde él  o ella se cree es su lugar y entonces será plastelina en nuestra manos.

La Historia está llena de ejemplos que corroboran mi tesis. Reyes y mandatarios mediocres pero vanidosos han caído en las redes de visires, primeros ministros o asesores a los que han servido cuando debería ser lo contrario. Estos tenían la astucia, aquellos la vanidad. Estos manejaban los hilos, aquellos eran títires.

Pero tampoco hace falta remontarse tan lejos en el tiempo ni tampoco en el espacio. Todos los días nos encontramos con personas que son alabadas por su entorno ya sea profesional, político o simplemente social cuyas virtudes son ensalzadas y que cada dos por tres se quedan con el culo al aire, como el emperador del cuento infantil. Tal vez porque la vanidad es incompatible con la sensatez y el sentido común y al final esa preciosa cola de pavo real está formada por plumas prestadas y mal pegadas.

Y como a los cochinos, a los vanidosos siempre les llega su San Martín. En algún momento dejan de ser necesarios y entonces se les rompe ese espejo falso de toda falsedad, como los de las ferias, y les muestra su triste realidad.

En fin, que si a mi me ensalzaran sin razón estaría todo el día mirándome la espalda... Por lo de los cuchillos.

Sed felices.

jueves, 2 de octubre de 2014

Bilis

Estoy segura de que hay algunos que en en vez de teta les dieron bilis.

No saben más que digerir piedras, frustración y mediocridad. Sus únicas armas son los insultos, los libelos y las difamaciones. Tal vez porque les salen gratis.

No me gusta un pelo lo poco que se  censuran las afirmaciones gratuitas, aunque sean falsas, en este país, en mi ciudad, en cualquier lado. No solo es lo que aparece en los medios de comunicación, que ya es bastante, sino en la propia vida diaria.

Es patético como la falta de talento, de inteligencia, de capacidad para llevar a delante la propia vida se escuda tras lanzar la piedra y esconder la mano.

"Difama, que algo queda" se ha convertido en el lema para muchos y muchas.


Hoy me ha dicho un amigo que hay poca gente desinteresada, quizá sea verdad. Por eso hay tantos que siguen bebiendo bilis, no sea que su vida y la de los demás se vuelva dulce.

Vaya por ellos este poema:



Hay francotiradores que disparan
envidia mediocre vestida de grandeza
oculta en un abrazo o una lisonja.
 
Tienen los ojos de pescado muerto
sobre una capa de hielo de tres días.
Opacos, neutros, fríos,
faltos de esa vida que ambicionan.
 
Tras ellos solo afán
por destruir aquello que codician,
amamantando su propia frustración
con leche verde y venenosa.
 
Cuando lo consiguen
no sienten nada, solo vacío,
como un pescado muerto
sobre el hielo deshecho de tres días. 


Sed felices.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Psicópatas

Siento una gran atracción por los asesinos en serie. Esto me ocurre desde niña, cuando devoraba la sección de sucesos del diario al que estaba suscrito mi padre con más fruicción que los tebeos.

Ya sé queridos lectores que algunos de vosotros habréis arqueado las cejas con extrañeza o incluso vuestra boca se habrá torcido en un mohín de disgusto. No, no hablo de una atracción como la que impulsa a escribir cartas de amor y de admiración , e incluso ofrecer vis a vis a estos seres que parecen surgidos de abismos infernales. La mía es una atracción intelectual basada en intentar comprender como funciona su mente.Me  refiero sobre todo a los psicópatas, no tanto a los psicóticos, que ya tienen bastante con aguantar todo el día una emisora de fm en su cabeza que les ordena: mátalo, mátalo.

¿El psicópata nace o se hace? Estos últimos días los medios de prensa no dejan de hablar del individuo que en Madrid secuestraba niñas y las agredía sexualmente. Casi todos los psicólogos forenses que he podido escuchar hablan de una conducta. O sea que se aprende a ser psicópata, a carecer de la empatía que nos permite reconocer en el otro a un individuo semejante a mi y por tanto respetar su integridad como yo respeto la mía.

Sádicos, violadores, agresores, asesinos. Todo un rol de ejemplares bajo el paraguas de psicópatas, de sádicos que disfrutan con el sufrimiento y la muerte.

¿Entonces quienes dictan leyes que producen hambre, desamparo, enfermedad y muerte qué son?¿Quienes gobiernan sobre las personas a sabiendas del dolor que producen qué son?

Me asusta la respuesta.

Sed felices.

domingo, 21 de septiembre de 2014

Elecciones en el horizonte: el que quiera peces...

Ya sabéis mis queridos lectores de mis vaivenes a un lado u otro del espejo. Y es que, aunque una cada vez se  encuentre mejor en ese mundo de la imaginación, la responsabilidad y sobre todo la coherencia entre como pienso y como actúo me lleva a permanecer  más de lo que yo quisiera en este lado de realidades a veces menos gratas pero igual de apasionantes.

Y es en esta mañana de domingo, instalada en este lado más prosaico, en donde me surge una reflexión. Nadie que me conoce duda de mi pasión por la política, y eso que en los últimos tiempos me lo están poniendo difícil. Asimismo los que están cerca de mi saben  que soy militante socialista, cosa que no oculto a pesar de los varapalos que una tiene que aguantar de derechas e izquierdas, nunca mejor dicho.Por ello, y con todo el respeto que creo se debe a quien no piensa lo mismo que una, los tiempos electorales que se avecinan abren un periodo en el que ya no vale decir que el río trae peces sino que hay que mojarse el culo para cogerlos.

No cabe duda de que la ciudadanía, en una proporción importante,  está alejada de los políticos, muchos de ellos enfangados en la corrupción y la incapacidad de llegar a soluciones.  Durante mucho tiempo el acceso a la política se ha visto, para algunos, como una solución a una situación personal y un empleo cuasi vitalicio, como si se hubieran ganado unas oposiciones. No importaba nada más que el puesto en que se colocaban o les colocaban, en un intercambio como de cromos de fútbol. No hay más que ver la confección de listas electorales: unos apoyando a otros en intrincadas madejas para colocarse y situarse contra viento y marea.

Pero los tiempos cambian y los ciudadanos con razón piden soluciones a los problemas y quieren que sus representantes democráticos respondan a una preparación, a un perfil, y sobre todo que lleguen no por los dedos "electorales" y el resultado de unas votaciones llevadas a cabo por los llamados "brazos de madera", a los que solo se les ve cuando se les pide por interés el apoyo de un "quítate tú para ponerme yo", sino porque son los más idóneos para ello.Es curioso que, al contrario que en otros puestos de menor responsabilidad, cuentan más los números que las neuronas.

El caso de Ana Botella es paradigmático. Llegar a alcaldesa solamente por ser quien era, sin saber ni por dónde cogerlo, sin saber hablar, sin tener ni idea de cómo comportarse en una rueda de prensa, torpe en su discurso y mantenida solamente por intereses personales. Hasta que ha roto por las costuras, para suerte de los madrileños, incluso los de su propio partido.


En fin, que en unos días se empezará la carrera de las candidaturas. Espero por el bien de los municipios, de las comunidades autónomas, por el bien de los ciudadanos que los partidos tengan la sensatez de elegir a los mejores, a aquellos que no les importa remangarse y mojarse como al resto de los mortales.

Sed felices.

sábado, 13 de septiembre de 2014

Toros y lágrimas.

Una tarde de primavera madrileña. La televisión en blanco y negro muestra unas imágenes que a la niña de unos siete u ocho años que las contempla le hacen cerrar los ojos de espanto. Sobre la arena un caballo yace destripado por las astas de un toro que un momento antes le ha corneado al entrar a la suerte de varas.

La niña está medio escondida tras un sillón, absolutamente espeluznada por lo que ven sus pupilas Minutos después el que cae al redondel, escupiendo sangre por una hemorragia interna causada por el estoque al perforar el pulmón , es el toro. Dos lágrimas ruedan por sus tiernas mejillas. La voz de su padre la saca de la estupefacción.

 - ¿ Por qué lloras, cariño?
-  Me da mucha pena el toro, y el caballo, papá... ¿ Por qué le tienen que matar?
- Cariño, eso es arte...

Arte... Más de  cuarenta años después sigue sin entender qué hay de arte en la muerte cruel y convertida en un espectáculo de un animal tan bello y poderoso como el toro. Ha oído mil argumentos, algunos tan absurdos como que el toro en la lidia no siente dolor o que si no fuera por los espectáculos taurinos la raza de los toros de lidia se habría extinguido como los dinosaurios. Y ha sido testigo del disparate de convertir las corridas de toros en bien de interés cultural.

Más de cuarenta años después la niña que fue y la mujer que es se sigue estremeciendo ante tanta barbarie.

Sed felices.

viernes, 5 de septiembre de 2014

Aquellos maravillosos años

Hace no muchos días sostuve una conversación acerca de la edad. Una de las contertulias sentía una auténtica aversión a confesar, y que los demás supieran, los años que tenía. Ante mi pregunta de las razones, del por qué, no supo concretarme más allá de un " a nadie le interesa mi edad" , sin que me sacará de ninguna duda, aunque si sembró la sospecha de que estar casi rozando los cincuenta años le producía un tremendo problema.

Por suerte yo no adolezco de este trauma. Y digo por suerte porque no hay nada más irremediable que el paso del tiempo- tema del que ya he hablado anteriormente en este blog-, e intentar evitarlo es como darse contra una pared. Tal vez mi falta de preocupación, que no de ocupación, por cumplir años proviene de mis vivencias familiares y de tener buenos genes. Curiosamente, mi madre siempre se sumaba un año a los recién cumplidos. En mi casa era común la frase: "voy camino de los...", en vez de " tengo....".

Anécdotas a parte y respetando a aquellos que ocultan celosamente su edad o se quedan eternamente en los 49 años, celebrar cada cumpleaños es una bendición. Como he dicho antes, uno debe de ocuparse de envejecer lo mejor posible, de la manera más sana, y aceptar que no hay vuelta a atrás.

Hace mucho tiempo que asumí como lema  que lo ideal es estar en donde uno quiere estar y en compañía de quien se quiera estar, haciendo lo que uno quiere hacer, independientemente de los años que se tenga, viviendo cada momento que la vida te brinda y que es único e irrepetible.



Sed felices.

sábado, 30 de agosto de 2014

Frío y desolado regreso

Contempla el desolado panorama;  tan vacío como el más profundo de los desamores. Frío y hueco, sin apenas restos de vida. Sólo observa aquí y allá vestigios  de lo que alguna vez fue frescor  y que ahora muestran un aspecto arrugado, retorcido, cubierto de un moho que ha transformado todos los colores en pardos y ocres.

Restos de plástico  y de materia orgánica  completan este bodegón post apocalíptico.

Con un suspiro de aceptación cierra la puerta.

Camina despacio, resignada a un destino insoslayable. Del armario del hall saca el carrito de la compra rendida a la evidencia: tiene que ir al súper, tiene que abastecer el frigorífico que muestra ese aspecto tan devastador.

Un año más tiene que cumplir con ese rito que marca, indefectiblemente, el fin de las vacaciones.

Sed felices.

sábado, 16 de agosto de 2014

Palmeras

Quiere rozar las nubes como esas altas palmeras que contempla.

Ve como se yerguen inmutables, se elevan buscando el viento que las envuelve, que mueve sus grandes hojas como alas de ángeles del paraíso y cimbrea su tronco en una danza sugerente.

Viven ajenas a lo que vive debajo. Gusanos, insectos que se arrastran bajo sus grandes copas. Y de los humanos, preocupados por todo lo mudable, aferrados al suelo y con miedo a volar en libertad.

Evocadoras de historia, de grandes civilizaciones, esos hermosos árboles se recortan en el horizonte con la misma elegancia con  que adornaron los palacios de las Mil y unas noches. Banderas de esperanza para los caminantes perdidos en el desierto, señalando el oasis salvador.Sin perder la realidad del suelo que las sustenta, ascienden hacia la luz de sol y el infinito.

Por eso quiere rozar las nubes con sus dedos como esas altas palmeras que contempla. Quiere como ellas tocar el cielo.



sábado, 9 de agosto de 2014

Medusas

Poco podría haber pensado el héroe griego Perseo que su mayor enemigo seguría produciendo desazón entre los humanos muchos siglos después.

Ya no convierte en piedra a quien tiene la mala suerte de cruzar su mirada con ella, pero su nombre todavía es sinónimo de penuria: Medusa.

Ahora no es una, sino mareas enteras las que amenazan a los bañistas, camufladas en su transparencia, como si se fundieran con el agua. Sus tentáculos no son serpientes, como la del mítico monstruo decapitado, pero si igual de venenosos ; los salvadores no van con escudo y yelmo, sino con una camiseta blanca con una cruz roja en el pecho.

¡Pobres de aquellos que han sufrido sus urticantes caricias!

Mientras pasea por la orilla del mar, piensa en esta curiosa analogía entre estos celentéreos y leyenda persaíca.  A lo lejos ondea la bandera  amarilla anunciando precaución a los bañistas. Algunos niños en cubos sacan a los pequeños animales que parecen de gelatina. Con curiosidad las mueven con las palas y los rastrillos, con el mismo valor y desafío que pequeños Perseos. Pero esta vez no es la diosa Atenea la que acude en su ayuda, sino las madres protectoras que, arrebatando de un tirón el cubo, claman al cielo gritando:¡ quita, que te van a picar!

Sed felices.

sábado, 2 de agosto de 2014

Las vidas de otros




Hay quienes son solo a través de otros, a quienes conocieron, saludaron o consiguieron un libro dedicado.
Viven de anécdotas, del pasado, tan simples como la coincidencia y el intercambio de dos palabras.
No tiene vida propia. La toman prestada, sin permiso, arrimándose a otras vidas más emocionantes que las suya, sumergida en los cotidiano. Anhelan ser aquellos, o recuerdan insistente esos quince minutos de gloria que Warhol vaticinaba para todos los mortales.

¿Falta de valor para lograr sus sueños? Tal vez. Quizá cuando llegaron a la encrucijada de tener que elegir entre el pensamiento y el sentimiento, aquel tomó la riendas en aras de una vida segura.

Aparcados quedaron los pinceles, la guitarra o simplemente la idea de escribir una novela. Eso son cosas de "artistas", de bohemios, de perroflautas.

Y ahora, mientras escuchan el último disco en Youtube de su cantante favorito o espera en la fila de firmas para conseguir una dedicatoria de la escritora o escritor en que se podrían haber convertido, es posible que algunos se den cuenta de que todavía están tiempo de vivir su propia vida, de ser quien  escriban  los capítulos de su existencia.

Mientras, otros siguen recordando y viviendo a través de otros, de los que conocieron o saludaron y, que al contrario que ellos, apostaron por sus sueños.

Sed felices.


viernes, 25 de julio de 2014

Artimética emocional



Se empeña en comprender la aritmética del sentimiento y siempre falla.

Irracional respecto a mucho- a pesar de la apariencia-, no sabe aplicar la lógica, ni ser calculadora, ni acierta en los balances de los pros y los contras cuando escucha al corazón.

Entiende de palabras,  de lágrimas, de risas, de puestas de sol en invierno, de tormentas de verano, de andar descalza por la hierba, de escribir nombres secretos en la arena que luego se lleva el mar.

Y sin embargo se empeña en esa ciencia exacta que es la vida- nacer, reproducirse,
pagar impuestos, morir-, y no le salen las cuentas.

Tal vez le falten datos y le sobren emociones para hallar la respuesta; mientras, ella insiste en encontrar la extraña cuadratura del círculo que es la propia existencia.

sábado, 19 de julio de 2014

Blanco y negro



¡Qué melancólicas son esas fotografías en blanco y negro!
 
Algunas, de tamaño diminuto con los bordes como de encaje perfilado con tijeritas de uñas, nutren albúmes o cajas de zapatos guardadas al fondo del armario y solo ven la luz en las fiestas familiares o cuando la nostalgia anida en el alma y los recuerdos necesitan pintar retratos. 
 
Otras grandes,  diplomas concedidos a quienes se casaron o hicieron la comunión, y que, serios y solemnes, miran al fotógrafo desde sus marcos de plata envejecida. Vestidos de raso, tules, chaqués o chorreras de almirante se asoman a esas ventanas del pasado bicolor que significaron entonces  futuros felices llenos de promesas, algunas luego incumplidas.
 
Muchas ya  no tienen nombres que poner a las caras, a los paisajes, pues quienes lo sabían sólo son  una foto más, llena de melancolía, en blanco y negro.
 
(*)La fotografía corresponde a la boda de los padres de la autora hace 55 años. 
 

lunes, 14 de julio de 2014

El lado bueno de las cosas

Que el verano era época de relajo, de relentizar el ritmo de lo que en el resto del año parecía absorber toda la actividad era algo obvio.

Por eso, aquella mañana se levantó con el propósito de no hacer nada. ¿Nada? Esa palabra carecía de significado en su vocabulario. Desde que recordaba sus días, a excepción de aquellos en los que las enfermedades comunes habían sujetado su hiperactividad, siempre se habían llenado de acciones encaminadas unas veces a sacar adelante el trabajo, otras al ocio.

Unos días atrás, hablando con una persona cercana, ésta le confesaba que la envidiaba: "has conseguido hacer lo que te gusta". Esta afirmación no pudo por menos que hacerla reflexionar. ¿Realmente era así? ¿Había hecho siempre aquello que le apetecía en detrimento de su obligación? La conclusión fue que no.

Entonces- penso, dándo una vuelta más de tuerca-,  ¿por qué daba la sensación a  los demás de estar siempre disfrutando de todo lo que llevaba a cabo? La respuesta se abrió paso en su mente como una revelación: sin ella ser consciente, sin ella saberlo, siempre había intentado divertirse, encontrar el lado bueno de todo lo que hacía, hasta de los momentos difíciles.

Sí, quizá ese era el secreto: "si no puedes hacer lo que te gusta, consigue que te guste lo que hagas"..

Sed felices.

miércoles, 9 de julio de 2014

Para Patricia, una bailarina de la palabra

Rompo hoy, por una razón extraordinaria, el calendario de entradas del blog.

En muy pocas ocasiones he dedicado una entrada a alguien en exclusiva , siendo más común que lo haga a través de su obra literaria.

Pero hoy lo quiero hacer y deseo que sirva como peculiar regalo para una persona muy, muy especial, que ha hecho de la cultura una de sus banderas, y con una lucha diaria y perseverante me ha enseñado- fijaros, a mi edad- muchas, muchas cosas.

Adora el ballet tanto como la palabra, y por ello ha creado un espacio de encuentro para los escritores y demás creadores en donde dar voz a nuestras inquietudes y obras; un espacio que ha llamado, como no podía ser de otra manera El Ballet de las palabras (http://elballetdelaspalabras.blogspot.com.es)

Cuando la miro a veces  con su imagen sencilla pero firme, con su voz suave pero que sabe lo que dice, me recuerda a una  de esas heroínas incansables en busca de la justicia; algo así como una Agustina de Aragón luchando contra la ignorancia y la falta de criterio.

Ella sabe que la quiero - mi hermana pequeña en la literatura la llamo- como yo sé de su cariño.
Ahora está de nuevo en otra batalla, esta vez contra el monstruo implacable de la administración para conseguir mantener su puesto de trabajo.

Hoy, día de su cumpleaños, quiero dedicarle esta entrada. Es mi humilde regalo a través de lo que a las dos nos hizo encontrarnos un día: las palabras.

Muchas felicidades, Patricia, amiga. Gracias por estar cerca siempre, en ese escenario en el que nos ha tocado a veces bailar a extraños sones, pero en el que sobre las puntas de tu inteligencia te elevas para poner el acento, el punto sobre las íes de aquello que otros no ven y señalarlo.

Patricia Pérez es licenciada en Filología Hispánica, profesora y escritora. Dirige la revista digital y el blog  del mismo nombre El Ballet de las palabras. Pertenece a la Junta directiva de la asociación Letras Vivas.

lunes, 7 de julio de 2014

Banda sonora

La larga avenida estaba flanqueda por altos árboles que se cerraban en una inmensa bóveda de hojas, que apenas dejaban entrever los rayos de sol.

Como todos los días, a excepción de aquellos de fiesta que rompían la monotonía, se dirigía con paso rápido hacia el metro camino del trabajo. La fresca brisa de la mañana acariciaba su piel, evitando que el calor apretara demasiado. A través de los auriculares del móvil la melodía de una de sus canciones  favoritas ponía banda sonora a su paseo.

Hoy te intento contar que todo va bien... (*)

Se había hecho la promesa: no volvería a tener lástima de si misma. La vida era muy corta como para perderla en recuerdos que se habían caído por las escaleras del desengaño.El propio autoconvencimiento la había ayudado a creer y vencer.

Y tras varios tequilas las nubes se van pero el sol no regresa...

Pero el sol sí había regresado, y entre las hojas de los inmesos árboles volvía a iluminar el camino. Porque el desamor es una enfermedad sin vacuna pero con remedio, y ese remedio había nacido de ella misma, de la certeza de que a pesar de todo, a pesar de él, la vida se mostraba como un inmenso abanico pintado de un bello paisaje de brillantes colores.

Y sonrió  al escuchar otra canción que en ese momento sonaba,  y que podía  ser el nuevo tema musical de su vida.

Es mejor querer  y después  perder que nunca haber querido....

 

Sed felices.


(*) La Quinta estación.

lunes, 30 de junio de 2014

La última copa



Un cóctel más que cerraba una presentación más de un nuevo producto. Corrillos  en los que se hablaba, se reía y se decidían subidas y bajadas en la Bolsa.

Un camarero  me ofreció una copa, aunque esta no era una copa más. Era la última copa de cava . Lucía como el oro, solitaria, en el centro de la bandeja

Fui a cogerla. Mi mano rozó con otra de largos dedos y uñas carmín. Levanté los ojos y me cruce con sus ojos profundos  y  su sonrisa que parecía pintada de coral. Con un gesto cortés  le indiqué que tomara la copa. Ella me lo agradeció con un simple movimiento de cabe.za, manteniendo la mirada.

Lentamente se llevó el dorado líquido a la boca y dio un pequeño sorbo. Luego me la ofreció. 

La recogí como si fuera un cáliz sagrado y bebí, cerrando los ojos, por el mismo lado en el que habían quedado impresas las huellas de sus labios rojos, absorbiendo ese improvisado beso con aroma a burbujas.

Nunca supe su nombre ni la volví a ver, pero siempre recordaré su sabor a fresa y cava.

Sed felices.

domingo, 22 de junio de 2014

Sirena

Descendió con precaución los escalones excavados en la roca viva. El mar lamía suavemente el acantilado, ya reposado. Era el mismo mar que unas horas antes rugía cabalgando sobre el temporal mas fiero que jamás se hubo visto .

Ya en el último peldaño, sintiendo el agua bañando sus pies, se desnudó. Su cabello oscuro flotaba mecido por la  brisa del mar y el sol acariciaba su piel dorada. Sin pensarlo se lanzó de cabeza al agua que en un frío abrazo la recogió.

Con hábiles brazadas comenzó a nadar hacia el horizonte. Siempre le había gustado nadar. Desde pequeña soñó con ser una sirena y surcar los mares rodeada de peces y de corales. Amaba el mar  más que nada en el mundo, o por lo menos así fue hasta que le conoció. Entonces su corazón se llenó de sus ojos, su cuerpo de sus manos y su boca de sus besos  Y olvidó su sueño para entregarse al amor

Siguió nadando hasta que las fuerzas le flaquearon. Se tumbó boca arriba y cerró los ojos evocando su rostro, el mismo que la tormenta le había arrebatado y entregado como víctima propiciatoria al mar. Las olas la  mecían como una madre acuna a un hijo...

Lentamente, se dejo arrastrar hacia el fondo. En el último momento, antes de que sus pulmones se llenaran de agua, pronunció su nombre. Y entonces y para siempre se convirtió en sirena.


Sed felices.