lunes, 25 de febrero de 2013

Hablar de amor



Este el texto que leí en el XIV Café literario como introducción a "Las otras caras de San Valentín, ámame distinto". Espero que os guste.

 
Hablar de amor…. De diferentes maneras de amar o de amar de manera diferente.

Contar sobre ese amor adolescente que pinta con el nombre del ser amado los márgenes de los libros de texto, de las carpetas de  apuntes llenos de corazones atravesados por flechas e iniciales, de las paredes con “te quiero” de tiza, de los primeros besos, de los sueños sin sueño de las noches de verano.

Explicar  lo inexplicable: qué significa que los ojos se queden prendidos en aquellos que, en principio, deberían estar prohibidos por tener dueño, como si la pasión pudiera ser objeto de contrato de compraventa,  a la que ir añadiéndole trienios como a un empleo fijo y, obligatoriamente, pudiera ser aislada de toda tentación  y obligada a renunciar al objeto de deseo.

Mostrar esos amores marcados como anti natura durante tanto tiempo, porque por designio divino solo la procreación puede justificar el enamoramiento, siendo impensable que el placer tenga cabida  junto con el cariño por el solo motivo de amar por amar.

 Decir que se puede amar sin ataduras, sin fechas fijas, sin saber de antemano cómo, cuándo o dónde, solo sintiendo el corazón latir, las mariposas revolteando dentro y el ansia del momento de volverse a encontrar en la incertidumbre del siguiente encuentro.

Pero también señalar que  puede el propio amor causar dolor, cuando ese amor no es correspondido o lo es de tal manera que se convierte en un virus de autodestrucción, en una carcoma que arrastra a la perdición, en un suicidio emocional sin sentido.

La literatura está llena, repleta de amor, porque este ha sido su mayor contribuyente: con Helena y París, cuya pasión puso a navegar más de mil naves y convirtió su besos en batallas que cantaron los poetas por los siglos, pasando por Romeo y Julieta, tiernos niños, cuya ingenuidad les hizo creer que el amor todo lo puede, incluso vencer a la muerte, señalando también a un Don Juan , canalla y perdido, rescatado de los Infiernos por el amor de una novicia, que recogió su pobre corazón atormentado al pie de la sepultura. Cientos de miles, de millones de palabras escritas, leídas, recitadas alrededor de uno de los principios que motivan, impulsan y rodean a la Humanidad.

Amores felices, adúlteros, prohibidos, eróticos, platónicos, plenos o destructivos queremos que hoy estén presentes en este evento que hemos llamado Las otras caras de San Valentín, huyendo de ese planteamiento, un tanto empalagoso de los corazones de terciopelo y de las rosas con etiquetas de Te quiero.

Esta noche oiremos hablar de amor, amores, quizá un tanto diferentes al típico y tópico, pero que conmueven desde las raíces más que un terremoto, llegan a cegar el entendimiento y  nos hacen creer que no existe más mundo que el que se puede abarcar a través de las caricias, de los besos, y del cuerpo del ser amado.

Sed felices.





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