miércoles, 27 de febrero de 2013

Sueños cumplidos.

La vida no sería vida sin las emociones que nos acompañan y que nos hacen vibrar por dentro. Y, sin lugar a dudas, no ha sensación mayor que la que se siente al haber cumplido un deseo, un anhelo. Hace tiempo, y en este mismo blog y por una ocasión muy parecida, tuve  la ocasión de comentar que no hay nada más maravilloso que crear en nuestra mente y luego verlo hecho realidad.
Hoy he sentido esa emoción al ver la cubierta de mi novela, que es ya la muestra palpable de que mis palabras, aquellas con las que he ido construyendo una historia que poco a poco fue creciendo con mi imaginación, se han encarnado en una obra literaria.
Me siento como una niña en día de Reyes con el mejor regalo.
Permitidme que hoy no hable de Bárcenas, ni de la crisis, ni siquiera de los tres goles que el Real Madrid le metió al Barça ayer, hecho que para una madridista de pro es un portento.
Solo quiero compartir con vosotros, con quienes seguís esta humilde bitácora y que tanto ha tenido que ver con mi objetivo literario, mi alegría por este momento soñado y deciros que espero, en cuanto el libro esté en la calle,  vuestras lecturas y opiniones.

Sed tan felices como yo lo soy hoy.

lunes, 25 de febrero de 2013

Hablar de amor



Este el texto que leí en el XIV Café literario como introducción a "Las otras caras de San Valentín, ámame distinto". Espero que os guste.

 
Hablar de amor…. De diferentes maneras de amar o de amar de manera diferente.

Contar sobre ese amor adolescente que pinta con el nombre del ser amado los márgenes de los libros de texto, de las carpetas de  apuntes llenos de corazones atravesados por flechas e iniciales, de las paredes con “te quiero” de tiza, de los primeros besos, de los sueños sin sueño de las noches de verano.

Explicar  lo inexplicable: qué significa que los ojos se queden prendidos en aquellos que, en principio, deberían estar prohibidos por tener dueño, como si la pasión pudiera ser objeto de contrato de compraventa,  a la que ir añadiéndole trienios como a un empleo fijo y, obligatoriamente, pudiera ser aislada de toda tentación  y obligada a renunciar al objeto de deseo.

Mostrar esos amores marcados como anti natura durante tanto tiempo, porque por designio divino solo la procreación puede justificar el enamoramiento, siendo impensable que el placer tenga cabida  junto con el cariño por el solo motivo de amar por amar.

 Decir que se puede amar sin ataduras, sin fechas fijas, sin saber de antemano cómo, cuándo o dónde, solo sintiendo el corazón latir, las mariposas revolteando dentro y el ansia del momento de volverse a encontrar en la incertidumbre del siguiente encuentro.

Pero también señalar que  puede el propio amor causar dolor, cuando ese amor no es correspondido o lo es de tal manera que se convierte en un virus de autodestrucción, en una carcoma que arrastra a la perdición, en un suicidio emocional sin sentido.

La literatura está llena, repleta de amor, porque este ha sido su mayor contribuyente: con Helena y París, cuya pasión puso a navegar más de mil naves y convirtió su besos en batallas que cantaron los poetas por los siglos, pasando por Romeo y Julieta, tiernos niños, cuya ingenuidad les hizo creer que el amor todo lo puede, incluso vencer a la muerte, señalando también a un Don Juan , canalla y perdido, rescatado de los Infiernos por el amor de una novicia, que recogió su pobre corazón atormentado al pie de la sepultura. Cientos de miles, de millones de palabras escritas, leídas, recitadas alrededor de uno de los principios que motivan, impulsan y rodean a la Humanidad.

Amores felices, adúlteros, prohibidos, eróticos, platónicos, plenos o destructivos queremos que hoy estén presentes en este evento que hemos llamado Las otras caras de San Valentín, huyendo de ese planteamiento, un tanto empalagoso de los corazones de terciopelo y de las rosas con etiquetas de Te quiero.

Esta noche oiremos hablar de amor, amores, quizá un tanto diferentes al típico y tópico, pero que conmueven desde las raíces más que un terremoto, llegan a cegar el entendimiento y  nos hacen creer que no existe más mundo que el que se puede abarcar a través de las caricias, de los besos, y del cuerpo del ser amado.

Sed felices.





jueves, 21 de febrero de 2013

Rajoy 1- España 0

Imposible sustraerse al influjo del estado de la Nación y del "impresionante" discurso de nuestro presidente del gobierno, a través del cual la conclusión que pude sacar fue que esto era ajo y agua.
No sé que me enerva más de Rajoy, si esa actitud de "todo me la refanfinfla", ese desdén con el que trata al resto de los portavoces- a Rubalcaba: "yo no pido su dimisión, porque no me interesa"-, o ese ceceo tan molesto, que me distrae, mientras intento concentrarme en un discurso lleno de palabras, sí, no es una perugrullada, de palabras, dichas para no ser cumplidas, como su programa electoral, que le supuso 11 millones de votos y una mayoría absoluta que manejan como patente de corso para todos sus desmanes.
Claro que para ponerme todavía más de los nervios me basta con fijarme en la bancada popular, en esos diputados que les da igual que les digan que les ha tocado la lotería o que se ha muerto su madre, ellos venga a aplaudir y reír- ¿de qué, señor Wert-, que para eso les pagan, no para promover medidas que palíen una situación absolutamente límite, sino para hacer los coros de la mala tragedia griega que supone este gobierno. Porque mientras Mariano desgranaba un  discurso de autocomplacencia, fuera se le manifestaba el poder judicial, supongo que también por culpa de los socialistas.
Y es que el que ha sido mala oposición también es mal gobierno. Pero todavía más: podría haberse presentado ayer Rajoy con Cristo al lado y prometer hacer milagros con semejante aliado que su credibilidad hubiera sido nula. ¿O es que no nos damos cuenta que quien reconocía que los españoles seguíamos con el agua al cuello, está bajo sospecha de haber trincado más de cincuenta millones de las antiguas pesetas de manera ilegal? A partir de este hecho, apaga y vete.
Eso sí, hoy un montón de medios de comunicación pesebristas hablan de la gran actuación del presidente, del gran discurso. Qué falta de rigor y qué manera de manipular. Si esto fuera un partido de fútbol- al que nuestro presidente de gobierno es tan aficionado de ver mientras se fuma un puro-, España habría perdido por goleada, además con el arbitro comprado.
En fin, que si no viviéramos un drama, hasta tendría su gracia oir decir a Mariano que España ahora tiene un futuro, aunque del color del mismo no dijo nada porque, me temo, sea negro, muy, muy negro, mientras el siga al frente....

Sed felices

(*) Imagen Cadena Ser.

lunes, 18 de febrero de 2013

Sin romper huevos....

En plena resaca de paracetamol, y todavía con una congestión nasal de padre y muy señor mío, afronto la llegada de esta nueva semana que amanece con lluvia, lo que, a más de uno, ya le habrá puesto de mal humor.
Porque hay que darse cuenta lo complicados que somos. Capaces de estar quejicosos por la sequía, pero en el momento que caen cuatro gotas ya hablamos de lo asqueroso que está el tiempo. Queremos agua sin que llueva, aprobar sin estudiar, mejorar en nuestra vida sin esfuerzo: vamos, poder hacer tortillas sin romper huevos.
En estos últimos días y  a través de una experiencia personal me he dado cuenta de lo inútil que es querer ayudar a quien en vez de pedir que le eches una mano, opta por quejarse de su situación, la cual, en la mayoría de las ocasiones, es más fruto de su actitud que de su suerte, actitud que hace que no pondere si está echando toda la carne en el asador.
Reconozco que, en esta ocasión, he flipado en colores, pues lo que yo creía que eran observaciones que podrían mejorar la situación de una determinada persona fue tomada por la misma como un ejemplo de mi superioridad y sobre todo de mi capacidad de estar "sobre el bien y el mal", haciendo nacer en ella una angustia vital sorprendente que ahogó cualquier atisbo intención de ayuda por mi parte- ese era realmente mi propósito- y me puso, a sus ojos, a los pies de los carros.
Y es que no hay que dar consejos a quien no te lo pida, por mucho que le veas dándose contra una pared, una y otra vez, o lamentándose de lo injusta que es la vida: nadie escarmienta en cabeza ajena. Para algunos es mucho más fácil continuar diciendo "no puedo" a "no me atrevo", aunque luego envidien los logros de los demás sin valorar el esfuerzo y el arrojo que hay detrás.
Lo dicho, tortillas sin romper huevos.

Sed felices.



sábado, 16 de febrero de 2013

Autoridad moral

He oído repetir estos últimos días que el portavoz de la oposición, en palabras de partido del gobierno, no tiene autoridad moral para criticar la gestión. Autoridad moral... Una expresión que oigo con bastante frecuencia y que funciona como un burladero tras el que esconderse para descalificar al adversario, y de esa manera cercenar cualquier crítica.
Durante estas últimas semanas, meses diría yo,  la moral brilla por su ausencia, sobre todo en aquellos que no es que vean la paja en el ojo ajeno, es que son incapaces de ver que cada vez su discurso va cayendo más en el ridículo de justificar lo injustificable, ante la estupefacción y, porque no, el soberano cabreo de una ciudadanía que está hasta la peineta.
Lógicamente, se podría decir que mi opinión viene sesgada por mi ideología. Nada más lejos. Me siento absolutamente entristecida por la situación en que veo a mi país, a mis conciudadanos, embarcados en una nave que va sin rumbo y con un timonel bajo sospecha y querría, por el bien general, que las cosas fueran distintas.
No sé si es este catarro que ha hecho presa de mi y que me tiene medio atontada por la febrícula, pero en contra de mi costumbre, hoy me parece todo un poco más gris, a pesar de la luminosidad de este día de febrero. Me resisto a caer en la nostalgia, aunque no puedo por menos que pensar en el camino recorrido desde hace más de treinta años para acabar con este panorama, que se nos viene encima desde los medios de comunicación, desde las redes sociales y que no deja títere con cabeza.
Autoridad moral... ¿Quién tira la primera piedra?

Sed felices.

jueves, 14 de febrero de 2013

!Ay, el amor!

 .... El amor, que hablar puede con los ojos
también puede besar con la mirada.
(G.A. Bécquer)

No me resisto al tópico. Y además, es imposible sustraerse a este día de San Valentín, en el que todo te recuerda que hoy debes sentirte más cerca del amor.... ¡Ay, el amor! Según Freud, una de las patas en las que se asientan todos nuestros impulsos: Eros, junto con Tánatos, la muerte.
Hablamos sobre el amor, escribimos sobre el amor, filosofamos sobre el amor, cantamos sobre el amor  en un afán de llegar a entenderlo, de comprenderlo, cuando, bajo mi punto de vista, es totalmente incompresible. Sí, lo confieso, cada vez entiendo menos que es lo que nos impulsa a enamorarnos de alguien, de ese y no de aquel, de esta y no de esa.... Todos deseamos querer y sobre todo que nos quieran.
Ya, ya sé que podemos reducirlo a simples impulsos químicos, físicos, o elevarlos a concomitancias espirituales de almas afines, pero, al final, ves parejas que sobre el papel serían irreconciliables y en cambio siguen juntas, contra todo pronóstico, y en cambio otras, que parecía medias naranjas siguieron como mitades su camino.
Aunque, si tuviera que mojarme, diría que lo que llamamos enamoramiento es una mezcla de atracción física- sí, obviamente el sexo importa muchísimo-  de unas características que suelen ser complementarias, junto con ciertos gustos afines. O, por lo menos, mi experiencia va en ese sentido.
Rodeados de corazones de peluche, ramos de flores y etiquetas de Te quiero, muchos habrán amanecido, con el dulce despertar de un beso. Pero no nos olvidemos que quedan por delante otros tresciento sesenta y cuatro días en los que también hay que demostrar ese cariño.
Por suerte o desgracia, el amor no entiende de calendarios.

Y hoy, sed felices un poquito más, aunque sea un tópico.






lunes, 11 de febrero de 2013

Sorpresa papal

Con esto de que es lunes, comienzo de semana y que sopla el  viento, las ideas a veces se dispersan y no acuden prestas como sería mi deseo. Pero, mira por donde, la actualidad siempre está ahí, para sorprenderte, como hoy, que nos presenta la dimisión del papa, a la que todos lo medios tachan de inusual. Porque es verdad, no es frecuente que un papa se vaya por voluntad propia, recalcando lo de propia, pues a más de uno le han ayudado a subir al lado de su antecesor, San Pedro, antes de lo que él pensaba.
Bien es verdad que los ochenta y seis años del pontífice serían razón más que suficiente para que se retirara comer sopitas y buen vino, como ese de consagrar que no está nada mal,  y además, que todo el mundo tiene derecho a descansar de sus pasos en la tierra. Pero sigo pensando que es extraño, por no decir inaudito el motivo.
Y no es que me preocupe en demasía, pues viendo los derroteros de la Iglesia Católico, solo podemos esperar a uno parecido o quizá peor, que siga mirando hacia otro lado o justificando entre líneas actitudes tan vergonzantes como la pederastia, mientras sigue a Dios rogando y con el mazo dando a la homosexualidad, el aborto o cualquier otro tema que les chirríe.
Pero no cabe duda de que es una noticia importante para muchos de los habitantes de este planeta que ven en la figura del papa la representación de Cristo en la tierra, a pesar de que si leemos los Evangelios el supuesto mensaje de aquel a quedado sepultado por siglos de actuaciones en pos del poder y la gloria y, últimamente, de atrincheramiento en un mensaje arcaico y retrógrado que en nada seduce.
En unas semanas, ese humo blanco que saldrá de la chimenea del Vaticano nos dirá quien ocupará la silla de Pedro. Y si Dios existe, ruego que escuche mis plegarias y que no elija a ninguno de la Conferencia episcopal española. Porque ya solo nos faltaba que, con la que está cayendo, Rouco Valera llegara a papa.

Sed felices

Imagen: Wikipedia

jueves, 7 de febrero de 2013

Wert o el profeta de la frustración.

La dualidad que reina en mi vida y me transforma, como si fuera un camaleón, pasando casi sin transición a preparar una Jornada de polígonos industriales inteligentes a otra sobre la Semana del libro hace que haya desarrollado una gran capacidad de adaptación y de nadar entre dos aguas.
Pero no quisiera que se sacara la conclusión de que me instalo en una especie de esquizofrenia o de doble personalidad, no. Simplemente que mis conocimientos los aplico a llevar a cabo proyectos en los que tienen cabida un montón de facetas. Y soy feliz, porque hago lo que me gusta, y no hay nada mejor que sentirse realizada en aquello que llevamos a cabo.
Por eso, cuando escucho el último dislate del ministro Wert de educación acerca de que los jóvenes tienen que estudiar lo que da dinero y no lo que les gusta, la indignación me invade. Esas declaraciones son la quinta esencia de la ignorancia sobre motivación, autoestima, empoderamiento y realización personal y de como evitar una sociedad en la que reine la frustración.  Una muesca más a la colección de este ministro impresentable.
Yo pude estudiar lo que quise y en una universidad pública. Y he intentado, después, inculcar a los jóvenes, empezando por mis hijos que buscaran siempre en su interior qué eran. ¡Claro! me dirá alguno, con la que cae, sin empleo, vamos a contar cuentos de lechera... Ante lo que yo contesto que ese mercantilismo, ese trabajar solo por dinero nos ha llevado hasta donde estamos: miles de desempleados de sectores como la construcción- siete de cada diez-  que abandonaron los estudios siguiendo la flauta de la burbuja inmobiliaria y que se ven ahora sin oficio ni beneficio, buscándose el sustento en los límites de la supervivencia.
España siempre ha adolecido de una muy mala política educativa, porque las inversiones presupuestarias nunca han sido suficiente y porque cada gobierno ha ido modificando la ley, sin que, prácticamente, se consolidara un trayecto coherente en el tiempo.
Estudiar lo que tiene salida, mientras recortamos los presupuestos educativos públicos... Una vez más- y van...- este gobierno vuelve a dar muestras de su incapacidad y  Wert es la prueba encarnada  de ello además de señalar que en el PP cualquiera puede llegar a ministro.

Sed felices.

(*) Imagen: BCN Travel guide.

lunes, 4 de febrero de 2013

La mujer del César...

...no solo ha de ser  honrada, sino parecerlo....
Respeto la presunción de inocencia, porque me creo a pié juntillas que es el fundamento de todo estado de derecho, pero cuando se está en puestos de tantísima responsabilidad como los que ocupan las personas a las que- presuntamente- se les relaciona con el Bárcenas-gate, no basta con negar la mayor, creando un estado de alarma social y política difícilmente soportable.
"Aquí no dimite nadie", es la frase más escuchada. Y es cierto. Todos se agarran al sillón como garrapatas, temiendo que retirarse sea asumir la condena. Pero en este caso dimitir no es signo de reconcerse culpable, sino de facilitar la tarea a la justicia y de calmar los ánimos de los ciudadanos.
No me imagino- bueno, sí- la cara de Rajoy hoy, cuando haya tenido que verse con la Merkel. Es que es muy gordo, como te pares a pensarlo, el que un presidente del gobierno esté bajo sospecha de aceptar dinero bajo cuerda y de permitir un montón de chanchulleos. Yo, como española, siento vergüenza ajena y desolación propia.
Se podría pensar que en este  momento aquellos que no votamos al PP y que sabíamos ya de lejos la incapacidad de este partido ante un reto tan tremendo como al que se enfrentaba y se enfrenta España, nos estamos frotando las manos. Nada más lejos de la realidad que eso, porque no olvidemos que es nuestro país y sus ciudadanos los que sufrimos las consecuencias, y que nadie con conciencia puede caer en la mezquindad de repetir la famosa frase de Montoro: "que se hunda España, que nosotros la levantamos".
Nunca di un duro por Mariano Rajoy, pero la incomparecencia compareciente del sábado creo que ha sido su último clavo en el ataúd de su incompetencia. En este caso lo es y lo parece.
Y si dejamos que esto nos pase de largo, entonces, todos seremos cómplices.

Sed felices.

(*) Foto: Wall Street Journal

sábado, 2 de febrero de 2013

Vivir el momento

Los sábados son días simpáticos. Nos levantamos con el optimismo del fin de semana recién estrenado y con la sensación de que tenemos por delante un montón de horas para llevar a cabo esos planes ideados durante la semana. Porque realmente nuestra vida se mueve dentro de una expectativa constante, como si se tratara de un peculiar juego de la oca, de ir de fin de semana en fin de semana.
No sé si por eso tenemos la sensación de que el tiempo corre tan deprisa. Y es que, en vez de disfrutar de los momentos que vivimos, aquí y ahora, intentamos bebernos a tragos y sin respirar los minutos y las horas, y si por nosotros fuera desearíamos que la semana quedara reducida a un pestañeo.
Hace unos días puse un post en mi muro de Facebook en el que decía querer un reloj que marcara momentos y no minutos. Y es que creo que esa es la verdadera medida del tiempo. Porque el tiempo es relativo, es dependiendo lo que yo quiera hacer con él y con quien quiera hacerlo.

Medimos nuestra vida unidades de tiempo, como si se tratara de algo capaz de ser mensurado, cuando simplemente es la suma de las experiencias acumuladas en esos instantes por los que transcurrimos.
En un lunes puede haber encerrado un momento inolvidable, en una sonrisa la esperanza de  una vida, en una mirada toda una eternidad.

Sed felices.