martes, 29 de enero de 2013

Eva

Hace tiempo que renuncié ha ser eco de portada, de ese "bucle" que tanto repito, de que mis palabras solo hablen de desastres, de crisis, de vida gris y mezquina.
Por eso en esta entrada quiero hablar de ella.
Situada  en el centro de la rotonda, la cabeza inclinada un poco a la derecha, es el centro de atención de muchos viandantes, que se paran admirar la belleza de su rostro, la curva grácil de su cuello y la sinuosidad de su cuerpo desnudo, sobre el pedestal, semejante a una Venus. El sol la saluda al amanecer, sacando destellos de luz de la piedra de mármol que el paso de los años ha tornado de blanca en gris, dejando unas vetas más oscuras por  donde el agua de la lluvia busca su camino.
A sus pies, el escultor ha colocado una serpiente, que se enrosca alrededor de una de sus piernas, casi hasta la rodilla, elevando el resto de su cuerpo,  cabeza incluida, en una actitud desafiante.Y casi al borde de la mano derecha de la bella mujer, apenas sujeta por los dedos, los restos de una manzana mordida, mientras que su mano izquierda tapa púdicamente su sexo.
Aunque todo lleva a descubrir el nombre de la bella mujer, por si quedan dudas, sobre la columna que soporta el conjunto escultórico tres letras despejan cualquier incógnita: Eva. La primera mujer, la que llevó a la raza humana al pecado, la que naciendo de la costilla del hombre sufrió la maldición divina de parir los hijos con dolor.
Debajo de ella juegan los niños, pasean los ancianos, se besan los amantes.... En primavera, ve florecer las petunias y en otoño las hojas secas bailan su danza para ella.
Todos creen que es una estatua, bella, vacía, sin alma. Pero hoy, cuando casi todavía el amanecer despuntaba, paseando con mi perro, intentando olvidar las miserias cotidianas, me he acercado a mirarla y, sorprendentemente, he visto una lágrima rodar por su rostro marmóreo. Y mi imaginación, siempre despierta, ha elaborado la idea de que, quizá, esa gota de agua era fruto del llanto por una Humanidad de la que ella fue la genésis y que ha perdido por completo el camino al Paraíso por el pecado de la ambición...o  simplemente la escarcha al deshacerse con el calor del sol.

Sed felices.

(*) Esta estatua no existe en el municipio de Rivas y no sé si alguna semejante habrá en algún otro lugar. Su descripción es absolutamente ficticia.


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