martes, 13 de noviembre de 2012

Es la vida...

He perdido parte de mi infancia y de mi adolescencia, porque eran recuerdos compartidos, y ahora serán nada más que soliloquios.
Nunca más un "te acuerdas cuando..." y después una risa, esa risa tuya tan contagiosa.
Canciones, libros, amores y desamores de nuestro imaginario particular,  la memoria paseada de la mano durante cincuenta años y que ayer se rompió  en dos mitades.
No soy nadie para lamentarme, es la vida, me digo en ese afán de justificar el por qué del dolor y la pérdida. Es verdad, es la Vida, con mayúsculas, que  no es más que un viaje, al que has llegado a su final envuelta en música de Hendel.
He abierto la agenda. Mañana es la huelga general, pero pasado las tareas cotidianas volverán a ocupar mis afanes, y además, tendré que borrar tu número de móvil, los últimos mensajes que nos cruzamos y empezar a pensar que ya no estás donde siempre estabas.
Es la Vida, la vida con mayúsculas, formadas por la vidas de cada uno de nosotros y de la que cedemos parte cuando alguien a quien queremos se va.
Hoy he perdido algo de mi infancia y de mi adolescencia....
Tú te has ido, Marta,  y yo un poco contigo.

Sed felices.



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