domingo, 2 de septiembre de 2012

Amores perros

Como un alma pena va detrás de ella cortejándola y recibiendo a cambio la mayor indiferencia. Incapaz de sujetar sus pasiones, a la mínima ocasión aprovecha para escaparse , y vuelta otra vez a seguirla entre gimoteos, sin descanso, a pesar de que para él es un objeto inalcanzable, como la más lejana estrella. Pero él no lo sabe, no lo entiende.  Sólo ve su pelo rubio con mechas castañas, su cuerpo esbelto y su aroma, que le arrastra sin piedad.

Lleva prácticamente dos días sin comer, y el sueño le rinde por agotamiento. El amanecer le ha sorprendido queriendo salir  en otro vano intento de llamar su atención, pero la frustración de la llave echada  ha hecho que golpeara con rabia las puertas cerradas.

No sé como consolarle , como explicarle que no tiene la más absoluta oportunidad . La naturaleza tiene sus reglas. No basta con sentir, tenemos que ser correspondidos para consumar nuestro amor.

Y esto es así, desde que el mundo es mundo. Da igual que esta vez el enamorado sea Luni y el objeto de su amor Xena. Es un amor imposible. El es un yorkshire  terrier y ella una pastora belga  y,  en este caso, el tamaño si importa.

Sed felices

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