sábado, 31 de diciembre de 2011

La flor de la felicidad.(Un cuento para Noche Vieja)

Desde pequeña había oído hablar de la flor que daba la felicidad, e incluso conocía algún buhonero que pasaba por la aldea en los días de mercado que contaba haberla visto en algún país lejano. La felicidad, aquello de lo que todo el mundo hablaba pero nadie parecía poseer. Hasta que un día, cansada de esperar a que llegara, decidió salir en busca de esa flor que, según contaba la leyenda, podría conceder aquello que tanto ansiaba y que hasta el momento creía no haber conocido.

Cargada con lo imprescindible y antes del que el sol saliera emprendió un frío día de enero su particular aventura. Fue recorriendo los caminos, subiendo las montañas, cruzando los ríos y visitando los lugares en los que le contaban habían visto crecer la flor. Pero no la encontró.

Aguantó el helado cierzo que bajaba de las montañas al inicio de la primavera y el sol de justicia que agostaba las mieses antes de la siega. La caída de las hojas la sorprendió ya cansada de tanta y tanta búsqueda infructuosa, y llegando ya diciembre decidió volver a casa con la sensación de haber perdido una batalla: nunca encontraría la felicidad.

Por fin llegó a la aldea el último día del año. Atravesó las calles solitarias, solamente iluminadas por los haces de luz que brotaban de las ventanas, a través de las cuales se veían a las familias celebrando la Noche Vieja. Cuando llegó a la puerta de su casa, escuchó las voces de los suyos y la algarabía de una noche de fiesta. Por un momento sintió el temor de haber perdido todo lo que un día tuvo en su empeño de ir tras una quimera.

Abrió la puerta justo en el momento en que las campanas de la iglesia comenzaban a sonar dando paso al Año Nuevo. Callaron las risas y todos la observaron. Miró hacia la mesa contemplando que tenía un cubierto en el lugar que ella solía ocupar. Y sobre su plato una flor, atada con una lazo rojo. Entonces se giró hacia él, que sonriendo aunque con la mirada velada por las lágrimas, acertó a decir:
 
- Hay once flores como ésta que te han estado esperando durante todo este año....

El eco de la duodécima campanada se fundió con el suspiro que le inundó el alma. La flor de la felicidad había estado siempre tan cerca, que tuvo que irse lejos para encontrarla....

Sed Felices, tenéis 365 razones para serlo.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Complicación tranquila

Espero llegar a tiempo, pues el día casi se acaba. Este  post se lo dedico ami amiga Toñi, ya que hoy es su cumpleaños y como sugerencia hecha por ella misma. Hoy hemos hablado un ratito a través de Facebook, y en un momento dado me ha preguntado cómo me encontraba. Yo la he respondido que bien, tranquila, a pesar de la vida un tanto complicada que llevo. Toñi, que es una mujer muy inteligente, me ha respondido que casi eran contradictorias ambos conceptos: tranquilidad y complicación y que podía ser el motivo de una entrada en el blog. Aunque hemos seguido charlando, la verdad que su apreciación no ha caído en saco roto y mientras hacía otras tareas le daba vuelta. Sí, la verdad que si empiezo a pensar en todos los asuntos que tengo entre manos, quizá debería estar más desasosegada....y no lo estoy. El por qué no lo tengo claro. Tal vez porque creo que son situaciones que puedo controlar o porque disfruto con ellas a pesar de las dificultades o, y creo que por ahí van los tiros, porque, a estas alturas de la película, sé que muy pocas cosas en la vida son tan fundamentales como para que me quiten el sueño.
Bueno, sí, una. La falta de salud de la gente que quiero. Eso es lo único que es suceptible de provocarme intranquilidad.
Por lo demás, aunque mi vida a veces sea lo más parecido a una montaña rusa, no deja de tener su encanto  la emoción,  las mariposas en el estómago o el chute de adrenalina con que a veces me  regalan las actividades que abordo a diario. Nada que un sueño reparador, la conversación con los amigos o un paseo por el parque con mi perro no sea capaz de apaciguar.
Pues eso...complicación tranquila o tranquilidad complicada.... No sé si ha quedado claro.

Sed felices.

martes, 27 de diciembre de 2011

Agenda

No le apetecía hacer balance del año que a punto estaba de terminar. Significaba tener que recordar momentos dolorosos que durante meses había ocultado en los pliegues más recónditos de su pensamiento, sobre todo uno que descollaba sobre todo los demás....  Parecía mentira, ya más seis  de meses.
Un año difícil, comentaba la gente. ¿Difícil? A poco que el nuevo año se esforzara conseguiría mejorar al cien por cien este 2011, que le había hecho brotar más lágrimas que sonrisas.
Claro que, no todo había sido negativo. A lo largo de esos doce meses había conocido a personas, había el vivido experiencias interesantes, que de alguna manera,  compensaban las otras, aquellas que le arañaban el alma.
Cogió la agenda  que reposaba en la mesa  y pasó las hojas de delante hacia atrás. Nombres, fechas, eventos se presentaban ante sus ojos, en un curioso "flash back". En varias de ellas  se detuvo un poco más, recordando sensaciones e imágenes de citas, de personas  e incluso alguna le hizo sonreír al ver que las perspectivas y proyectos se habían convertido en realidades.
Cuando retrocedió al principio, al uno de enero, solo había escrita una frase: "fuerza para afrontar lo que venga". Y pensó que no había sido mal propósito porque aunque algo agotada, esa fuerza la había empujado como viento en espalda hasta el final.
En fin, concluyó, que siempre cuando llegan estas fechas acabamos haciendo inventario de nuestra vida. Quizá porque necesitamos apoyarnos en el  pasado para enfrentarnos al futuro.

Feliz 2012

sábado, 24 de diciembre de 2011

Poner los cinco sentidos para ser feliz...

Estoy abrumada de tantos y tantos deseos de felicidad que estoy recibiendo estos días y que agradezco desde el fondo de mi corazón. Pero sé, que a pesar de la voluntad de mis amigos, decidir ser feliz depende solo de mí.
Y quizá no sea una tarea tan ardua como parece....
Solo tengo que abrir los ojos y ver lo que me rodea: el ver el sol que entra por mi ventana, la sonrisa de mi nieta, la mirada de aquellos que me quieren....
Solo tengo que escuchar a través de mis oídos  el canto de los mirlos al pie de la ventana, la belleza de una pieza de Vivaldi o las palabras en la conversación con un amigo....
Sólo tengo captar a través de mi nariz el aroma de un perfume o olor tan evocador de un bizcocho cociéndose en el horno una tarde fría de invierno.....
Solo tengo que paladear  el sabor de chocolate, cuando se funde en mi boca, o el  dulzor de un beso en los labios.....
Solo tengo que sentir a través de mis manos , de mis dedos, la suavidad de una caricia o el roce fresco de la ropa recién lavada en mi piel.....
Porque, al fin y al cabo, la felicidad es un camino, no un fin,  pavimentado con sensaciones, con pequeños instantes, que solo, solo seremos capaces de percibir  si ponemos los cinco sentidos.
Vista, oído, olfato, gusto y tacto para sentir que la vida nos entra a raudales.

Sed felices.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Crisis monárquica

Aunque este año no he estado excesivamente atenta, me sigue asombrando cierto tipo de publicidad navideña  que ponen en televisión.
Habitualmente vemos juguetes, turrones que vuelven anualmente, perfumes y demás complementos que rodean las celebraciones de estas Fiestas. Pero estas Navidades los creativos de cierta cadena de alimentación han determinado que debía de ser muy interesante desde el punto de vista del marketing colocar a los tres Reyes Magos en su entorno doméstico, y además por solidaridad con el pueblo llano, en una situación económica delicada, cosa que sabemos a través de sus quejicosas esposas, y de la que les vienen a sacar unas mozas y mozos con jersey de cuello alto e iniciales en los frontales, que les aconsejan que compren en su cadena de supermercados para estirar el sueldo.
Si yo fuera una niña no sé que sería lo que más me asombraría al ver este anuncio, si que los Reyes Magos tengan problemas económicos, algo que además me produciría mala conciencia y un miedo espantoso al ver peligrar el contenido de mi carta, o que estén casados con mujeres gruñonas,  o que por sus palacios anden una serie de jóvenes vestidos muy modernos sin que a nadie le extrañe lo más mínimo.
Yo que soy de tradiciones y Papá Noel no me acaba mucho de convencer (tan gordo y y con ese traje un poco hortera), siento que el trato  en este anuncio a los Magos de Oriente rebaja muy mucho su credibilidad a los ojos de los niños , que deben de pensar que va a ser mejor, además de ponerles agua para los camellos, también dejarles unos cupones descuento junto a los zapatos.
En fin, que corren malos tiempos para la monarquía. A unos reyes les salen ranas los yernos y a otros no les llega el oro, el incienso y la mirra  a fin de mes....¡Maldita crisis!

Sed felices

Abu !

Es curioso, pero una de las preguntas que mucha gente me ha hecho y me hace cuando saben que tengo una nieta es como me va a llamar o me llama. A mi me sorprende. Pues,  abuela- contesto- es lo que soy. Algunas personas me replican que no, que eso me  hace mayor....
No cabe duda que el hecho de ser abuela conlleva una dimensión especial que  nada tiene que ver con la forma de llamarte, pero sin lugar a dudas, el oír el vínculo . Para mi no hubo un momento más maravilloso que cuando oí a mis hijos llamarme mamá por primera vez. Por eso, cuando Leyre me dice "Abu", forma acortada por nosotros para facilitar la pronunciación, me encanta. Y en breve, la enseñaré a decir abuela, abuela Elena.
No sé por qué esta sociedad da tanta importancia a lo superficial, a aquello que se queda en la corteza, sin darse cuenta que las palabras son la forma de expresar aquello que sentimos.
Y yo, cuando Leyre me dice Abu, siento que el corazón no me cabe en el pecho.
Sed felices.

martes, 20 de diciembre de 2011

Lo siento, pero me gusta la Navidad....

En estas fechas que no es extraño que oiga a mi alrededor manifestaciones en contra de las Fiestas que se aproximan. La verdad que hay veces que son tantas las voces discordantes  que me da cierto reparo confesar que a mi me encantan. Desde que tengo memoria, mis recuerdos de las Navidades están llenos de alegría,  de color, de celebración. Desde el primer día de vacaciones, en el que te despertaba el sonsonete del Sorteo de la Lotería: ....."ciento cincuenta mil peseeeetaaaaaas....", hasta el día de los Reyes, en los que con los ojos llenos de sueño y la tripa llena de mariposas, abría la puerta del salón, para encontrarme con la carta que había escrito hecha realidad.
Al pasar los años y cuando tuve a mis hijos procuré inculcarles esa ilusión que a mí me hacía disfrutar de esas sensaciones tan gratas.
Este año, a pesar de las grandes ausencias, no quisiera que fueran diferentes. Sobre todo porque las personas que nos faltan eran los primeros que disfrutaban muchísimo preparando las cenas, las comidas, comprando los regalos y reuniendo a la familia.
Mañana pondré el Árbol y el Belén y daré el último toque al menú de Nochebuena. Este año mi familia cenará en mi casa, y me hace mucha ilusión. Sé que he tomado el relevo de quien hasta ahora tenía esa grata responsabilidad, mi padre, y espero estar a su altura.
Bien, pues para aquellos que las disfrutan y para los que no tanto, de corazón os deseo unos días llenos de paz y felicidad, y que ambas se hagan extensivas a 2012.

Sed felices.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Aguas mansas....


Uno de sus recuerdos de su niñez eran los baños  en el río Duero,cuando vivía y posteriormente, volvía en verano a Covaleda. Este pueblecito está en la cabecera de dicho río, muy cerca de su nacimiento en Urbión, por lo que su cauce, aunque estrecho, baja con bastante fuerza. Se bañaba en la zona que se denomina el Refugio (*) y casi siempre al lado derecho del puente. En el izquierdo el agua se remansaba formando lo que se denominaba la Poza. Aparentemente su aspecto era tranquilo, sin apenas movimiento, pero todos los niños aprendían enseguida que la corriente corría a más profundidad y formaba remolinos que, en ocasiones, podía empujarte al fondo y ahogarte. Desde pequeña, por tanto, supo claramente, el significado de "no te fíes de las aguas mansas".
Hace poco tuvo la ocasión de comentarlo, esta vez metafóricamente, respecto a la manera de ser de ciertas personas, tranquilas y serenas por fuera, pero que, como la poza del Duero, albergan corrientes interiores, en ocasiones difíciles de descubrir.
Aunque las aguas bravas son más complicadas de navegar,  siempre ves a donde te llevan. Las aguas tranquilas son atractivas por su serenidad , aunque oculten en el fondo sus intenciones.Y ella, que en su forma de ser era lo más parecido a un torrente, siempre acababa desembocando en esas pozas tranquilas, como el Duero de su  infancia.
Sed felices

*La fotografía es del lugar que se describe, El Refugio, Covaleda (Soria).

jueves, 15 de diciembre de 2011

Infusiones


No es que sea una aficionada a las infusiones, si exceptuamos el té, que ese sí, me gusta más que a un lord británico a las cinco de la tarde. A pesar de esta circunstancia, compré el otro día una que me pareció saludable, ya que prometía unas digestiones suaves. Está compuesta de manzanilla, menta y anises, y la verdad que tiene un aroma muy sugerente.
La suelo tomar después de la comida, sentada en sofá, en un jarrito que me compré en Londres. Me gusta aspirar el vapor que emana, mientras que me caliento las manos, que como española o español fino después de comer siento frío.
Ayer pensaba que sería estupendo poder hacer mezclas interesantes que, como las infusiones, nos hagan digerir mejor las cosas a las que nos enfrentamos en nuestra vida cotidiana. Por ejemplo, ante las situación de crisis que vivimos actualmente, haríamos una que contuviera optimismo, cariño y unos granitos de suerte, todo sumergido en agua de motivación bien caliente, y endulzado, eso sí, con azúcar, que a nadie le amarga un dulce.
Estoy segura que sería una infusión que nos tomaríamos con agrado. Pero mientras la inventamos, no estaría de más ser capaces de imaginarla, de olerla y de paladearla en nuestra mente. Seguro que algún efecto hace.
Sed felices.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Hablar mucho sin decir nada


Una de las razones a la que se ha apelado para explicar la derrota del PSOE ha sido su falta de capacidad en comunicar lo que se hacía y las razones por las que se llevaba a cabo. Sin entrar en que puede haber razón en esta explicación, debo afirmar que este mal es común a los españoles en general.
Manuel Campo Vidal, en un libro titulado "¿Por qué los españoles comunicamos tan mal? " comenta que no sólo son los políticos, sino los banqueros, empresarios, deportistas, etc, los que tienen grandes dificultades en expresarse.
Hablar, ko que se dice hablar, los españoles hablamos por los codos (yo soy una buena prueba de ello), pero otra cosa es que consigamos comunicar los mensajes con eficacia.
Cuando tengo la oportunidad de hablar con mis clientes hay un argumento que repito con frecuencia: "Tú sabes que tu empresa es buena, pero ¿sabes contarlo?".
No debemos confundir comunicar con vender, ser capaz de expresar ideas con convertirnos en charlatanes de feria. Estamos ante una cuestión muy seria, no sólo de hablar por hablar.
Y si ponemos las medidas antes, quizá eliminemos de una vez la excusa de que nos ha fallado la comunicación.
Sed felices.

sábado, 10 de diciembre de 2011

El ganador se lo lleva todo


Sabía que el cartero siempre llama dos veces, pero seguramente no tres. Y a pesar de que tentar a la suerte no era algo que le gustaba, si había cierta emoción en, por lo menos, provocarla. Así anduvo por lo menos un tiempo, en un juego de sí no es, queriendo, aunque en el fondo sabiendo que no podía ganar todas las bazas.
Las apuestas altas tienen el riesgo de que si ganas es magnífico, pero si pierdes, puedes quedarte sin nada. Sin nada..... Recordó una canción de ABBA: "The winner take it all", el ganador se lo lleva todo. Una canción preciosa pero triste que habla de desamor y separación.
No sabía el motivo, pero tenía la sensación de que siempre jugaba en desventaja. Los sentimientos no son buenos cuando hay que envidar, pensaba, y ella había puesto demasiado claro su juego, lo que no la favorecía cuando se enfrentaba a un jugador experimentado que era capaz de calcular que cartas llevaba el contrario y, alguna sospecha tenía, hacer trampas con gran habilidad.
Por eso decidió levantarse de la mesa de juego, y no arriesgar más. Miró a su contrincante, recogió sus fichas y sonriendo, se despidió hasta la siguiente cita con un "hasta pronto". Atravesó la sala , y salió por la puerta en la certeza de que quizá, por está vez, suya era la ventaja. De los dos, solo ella sabía que jamás volverían a verse las caras en una partida.
Sed felices

jueves, 8 de diciembre de 2011

El mismo sol, el mismo parque....


Desde hace meses recorría el mismo camino con el objetivo de hacer ejercicio y mantenerse en forma que a ciertas edades es importante, lo sabe todo el mundo.
Esa mañana hacía frío, esa clase de frío que convertía en vaho el aire que expelía en su rápido caminar, como si fumara un cigarro interminable, lo que la hizo recordar, agradecida, que ya hacía años que dejó ese hábito.
El sol lucía en lo alto, atravesando con sus rayos una ligera neblina, que se evaporaba de los árboles que rodeaban el parque. Qué curioso-pensó- el mismo sol y el mismo parque que hace seis meses, cuando el calor apretaba y era imposible caminar sin sudar.... Ese pensamiento la hizo sonreír, pues algo tan obvio como las estaciones no era como para asombrarse. Pero últimamente parecía como si las cosas más simples y de explicación más sencilla se presentarán ante sus ojos de otra manera. Tenía la sensibilidad a flor de piel, y sus sentimientos funcionaban como radares, captando las emociones, las sensaciones que la rodeaban.
El sol y el parque eran los mismos, pero ¿Y ella?. Era imposible que su interior, sometido desde hace tiempo a una metamorfosis provocada por tantas experiencias vitales, captara la vida de la misma manera.
Metió las manos en los bolsillos y apretó el paso, mientras sus ojos se perdían en la flecha que formaba una bandada de pájaros camino de las lagunas....
Sed felices

martes, 6 de diciembre de 2011

Van Damme VS Neruda


Otro de los tópicos que se suelen barajar es que las mujeres no hablamos de hombres en cuanto nos juntamos dos.... Pues sí, es uno de nuestros temas favoritos y solemos disertar sobre el tipo o arquetipo que nos gusta a cada una, que suele ir desde el intelectual atractivo, cuyo encanto reside en el uso que da a sus neuronas más que a los esteroides, al tipo Van Damme, musculoso, cuyos biceps tienen el tamaño de calabazas de Halloween, y cuyo mayor logro para la humanidad es repartir tortas como panes, que conozco a amigas que se despepitan cuando ven esos ejemplos masculinos cuyas espaldas son más anchas que un carril bus.
A mi nunca me han impresionado en demasía los músculos excesivos, es más, en algunos casos me producen un tanto de reparo ver a ciertos hombres que parecen que los han hinchado con una bomba de aire. No cabe duda que cuando había que cazar mamuts para comer, un musculado macho se las llevaría de calle; pero actualmente el mayor riesgo se puede correr es cortarte al abrir una lata de "abre fácil", y para eso más vale maña que fuerza.
Que queréis que os diga, no es que le haga ascos a un cuerpo proporcionado y un aspecto atractivo (sería tonta) frente a unos michelines y un físico desastrado (que para nada, bien lo sabe quien me conoce), pero prefiero sobre todo un hombre inteligente y sensible, capaz de decir como Neruda :"me gustas cuando callas porque estás como ausente, y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca" .
Sed felices

domingo, 4 de diciembre de 2011

Pasiones


Tengo tres pasiones en la vida (al margen por supuesto de mi familia): la cultura, la empresa y la política. Las dos primeras me han acompañado durante toda mi existencia. Los recuerdos de los libros, las visitas a los museos, las funciones de teatro se pierden en los años de mi infancia.
De la misma manera evoco, ya un poco más mayorcita, las conversaciones de mi padre respecto a la situación económica, a la marcha de sus empresas y los proyectos.
Fue mi paso por la universidad pública la que me abrió lo las puertas a la actividad política. Los años de la Transición me colocaron en el lugar ideológico que, quizás por tradición familiar , no hubiera ocupado.
Amo la cultura, porque entiendo que la literatura, el arte o la música representa lo mejor del ser humano y son capaces de convertir un instante en algo eterno. Amo la empresa por lo que tiene de riesgo, de ilusión y de libertad, y porque permite transformar un pensamiento, un proyecto en realidad. Y amo la política porque sé que con ella, desde la honestidad y la coherencia que deben de acompañarla, se pueden cambiar las cosas y trabajar para mejorar la vida de las personas.
Con el transcurrir del tiempo y las circunstancias, he ido poco a poco dando pasos, a veces consciente, otras sin darme cuenta quizá, para llegar al momento en que me encuentro actualmente y en el que veo cada vez más claro la posibilidad de cerrar este triángulo apasionante.
Por eso me tengo por una mujer afortunada.
Sed felices

viernes, 2 de diciembre de 2011

¿Somos más inteligentes las mujeres?


Ayer tuve una reunión de negocios de unas cuatro horas. Bueno realmente fueron dos seguidas. En ambas era yo la única mujer. En la primera los representantes masculinos fueron dos y, posteriormente, a la segunda se incorporaron otros dos. A parte que debo de decir con alegría que fueron muy productivas, en ambas hubo una gran aceptación a mis sugerencias y alabanza a mi gestión, si se me permite la inmodestia. Cuando ya finalizamos y salíamos a la calle, uno de los caballeros dijo a modo de conclusión que no cabía duda de que mi papel había sido muy positivo, algo normal puesto que las mujeres éramos más inteligentes que los hombres. Todos estuvieron de acuerdo menos yo. No-contesté- no es que seamos más inteligentes sino que nuestro tipo de inteligencia es algo diferente, es más emocional.
Sí, las mujeres estamos dotadas de mayor inteligencia emocional que los hombre (siempre, como no, con excepciones). Este término, acuñado por Daniel Goldman, se refiere a la capacidad de reconocer los sentimientos propios y ajenos y la habilidad para manejarlos con un fin. No se basa tanto en las capacidades cognitivas como en las emotivas y eso explica por qué muchas veces personas con alto coeficiente intelectual fracasan en ciertos ámbitos.
No cabe duda que la inteligencia no es patrimonio de un sexo u otro, pero sí diferenciamos cómo somos capaces de utilizar las emociones. Y en una sociedad en la que la fuerza bruta no es ya necesaria, quizá alguien que empatiza, que motiva o que entusiasma tenga mucho más éxito que quien pretende conseguir algo con agresividad. Y las mujeres llevamos siglos entrenando en captar y reconocer las emociones propias y ajenas como madres, como hijas, como compañeras. Simplemente ahora lo aplicamos a los negocios.
Sed felices