lunes, 29 de agosto de 2011

Regreso


El canto "armonioso" de los sopladores de hojas me despiertan con el sol recién nacido. Como un resorte mi mano activa la radio, que empieza a desgranar en la voz del locutor un noventa por ciento de desgracias y un diez por ciento de alegrías, esta vez correspondientes a los seis goles del Real Madrid. Pongo la cafetera, y mientras se hace el café saco al perro. De nada me valen las miradas asesinas que lanzo al jardinero, que sigue y sigue moviendo las hojas y levantando polvo. Ya de regreso, bebo el café y me como las tostadas mientras vuelvo a las mismas noticias, esta vez animadas con imágenes, pero con iguales contenidos: noventa por ciento de desgracias, diez por ciento de alegrías. Al mismo tiempo enciendo el portátil, veo los correos, programo dos reuniones para mañana e intento hacer mentalmente la lista de la compra.
Más tarde, mientras recorro los cinco kilómetros de rigor en el combate diario contra las lorzas, contesto tres llamadas, dos de familia y una de trabajo. El sol ya calienta, pero el frescor de la arboleda todavía me protege. Y entonces pienso que he vuelto a la rutina, sí, pero que al fin al cabo, se parece a un sofá hecho a la forma de mi cuerpo y que me hace sentir cómoda.

Sed felices.

No hay comentarios:

Publicar un comentario