miércoles, 23 de febrero de 2011

Sobre el talento y el pollo de Andreíta


Tengo la gran suerte de estar rodeada de personas con talento. Unas han dedicado su vida al arte, otras a la literatura, otras al emprendimiento. Son personas cuya compañía, cuya conversación enriquece los momentos en que estamos juntos.

Es importante rodearse de esta clase de personas, de las que podemos aprender muchísimo.

Pero no dejo de sorprenderme como llaman la atención las actitudes y declaraciones de personajillos sin ningún mérito, mejor, con el cuestionable mérito que estriba en ser mezquinos, maleducados y zafios. Infectan todos los ámbitos llegando a ser incluso portadas de medios de comunicación de gran tirada, y en algunos casos, para mayor inri, dirigentes de Estados.

Por eso, cuando te encuentras en el camino con quienes han hecho de su vida algo útil para sí y para los demás, es algo reconfortante. Y recomiendo que nos peguemos a ellos como lapas, por si por ósmosis se nos contagia algo que el día de mañana sirva para recordarnos y que no sea por aquel "comete el pollo, Andreíta"...

Sed felices.

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