lunes, 18 de octubre de 2010

Otoño, cambio de armario

Si algo no me gusta del paso de las estaciones es tener que hacer el cambio de armario. Durante una semana la casa aparece llena de cajas, bolsas y ropa sin planchar que espera ser guardada hasta que el tiempo propicio le devuelva la vigencia.
El otoño-invierno para mi es lo peor. La ropa abulta mucho más y sobre todo los abrigos y chaquetones, tan gorditos que parecen expanderse cuando los guardas...Necesitaríamos veinte armarios para acomodar la ropa.
A veces pienso que también las personas hacemos cambios de armario mental. Nuestra mente se adapta a las estaciones y en esta época en que el frío se va imponiendo siento que mi tono vital se va acomodando o mejor dicho acurrucando como un gato frente a la chimenea y contemplo la perspectiva del invierno con una pereza "gustosa", tan distinta al tono exaltado del verano. También voy poco a poco cambiando mis "ropajes" y me preparo para los días en que el frío intente cortar mi actividad, abrigando bien mis ideas.
Aunque sigo teniendo conflicto con el armario. Por cierto que voy a cambiar también los tonos de acuerdo a la estación. Espero que guste.
Sed felices.

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